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Los viajes de Marco Polo/Libro I/Capítulo XXV

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Nota: Se respeta la ortografía original de la época

CAPITULO XXV.

BALAXIAM.

Balaxiam es una provincia mahometana muy nombrada. Su longitud es de doce jornadas. Rígela por derecho hereditario una dinastía que pretende descender de Alejandro y de la hija de Darío, en virtud de lo que los reyes reciben el nombre de Zulearnem, que quiere decir Alejandro. En los grandes montes próximos se encuentran las piedras preciosas llamadas balajes: el monte lleva el nombre de Sicinan, y en él se hacen cuevas, de órden del rey, como las que se practican para extraer el oro ó la plata, dentro de cuyas cuevas aparecen los bala- jes. Nadie más que el rey, y bajo pena de la vida, puede trabajar en aquel monte ni comerciar en aquellas piedras, como no sea con licencia especial que alguna vez otorga á ciertos nobles. Esto lo hace para que sean más escasos, y por consiguiente para que tengan mas precio; en ocasiones las regala á algunos reyes ó príncipes ó en pago de tributos ó á cambio de oro, y entonces se permite exportarlas. El clima es muy frio.

Se crían caballos muy buenos y muy corredores y de cascos tan duros que no hay necesidad de herrarlos; con ellos recorren los jinetes las pendientes más rápidas de los montes, por donde otros animales no se aireven á ir. Se dice que hasta hace poco tiempo existían en esta provincia caballos procedentes del famoso Bucéfalo de Alejandro, conocidos por una señal en la frente, de todos los cuales era dueño un tio del rey, pero no queriendo éste consentir semejante privilegio ó monopolio, mandó matar á su pariente, y la mujer despechada destruyó la ganadería.