Miscelánea histórica/Pabellones y asientos campestres
Pabellones y asientos campestres
El gusto en adornos rurales es más puro en Inglaterra que en ninguna otra parte de Europa. Es cierto que en la época de la Restauración de la familia de Stuarto, Estuardo, como la llaman los escritores españoles, el gusto de jardinería, a la francesa, se introdujo, por medio de los realistas que volvieron de Francia. Pero bien pronto volvió a corregirse tomando por modelo a la naturaleza. El objeto que se propone el que plantea jardines es arreglar los grupos de árboles, de modo que cuantos objetos existen en la perspectiva contribuyan a la belleza de sus campos.
Pero aunque el arte se oculta cuanto puede en la disposición de los jardines ingleses, no lo hace con la afectación ridícula de querer representar la naturaleza en su estado inculto. Es verdad que todavía se ven asientos rústicos, hechos de raíces de árboles, tales como los construiría un campesino que no tuviese más instrumentos de carpintería que un hacha. El efecto de estos asientos y chozas no es desagradable, y tienen la ventaja de resistir al temporal todo el año.
Mas en el verano se necesitan otros adornos y acomodos. Tales son los pabellones y tiendas que se ven en la lámina. El diseño de arriba es una imitación de los edificios que se ven en la India Oriental, con el objeto de proveer a los caminantes con templetes en que hacer oración; o con el de cubrir alguna sepultura. El mástil y varas deben ser de hierro, y el techo, cubierto con cobre en hoja. El segundo diseño imita una tienda de campaña. La parte de arriba consiste de un esqueleto de hierro con su mástil. Sobre este esqueleto se pone una cubierta de lienzo grueso, extendida con cuerdas que se fijan como las de las tiendas de campaña.