corrientes de materia nebulosa que luego pudieron continuarse libremente? (47) En la filosofía natural de Aristóteles se encuentra una conexion estraña entre la via láctea y los fenómenos que acabamos de describir. Supone el Estagirita que las innumerables estrellas de que está compuesta la vía láctea, forman en el firmamento una zona incandescente (luminosa), como un inmenso cometa cuya materia se renueva sin cesar. (48)
Las ocultaciones de estrellas causadas por el núcleo de un cometa ó por la capa atmosférica que inmediatamente le rodea, nos daria mucha luz sobre la constitucion física de estos notables astros, si existiesen observaciones por cuya virtud hubiéramos podido llegar al convencimiento de que la ocultacion ha sido realmente central (49); pero esta condicion se obtiene difícilmente, merced á las capas concéntricas de vapores alternativamente densos y raros que rodean el núcleo y de que antes hemos hablado. He aquí, sin embargo, un hecho de esta especie que las medidas llevadas á cabo por Bessel el 29 de setiembre de 1835, han puesto fuera de toda duda. Una estrella de décima magnitud se hallaba entonces á 7", 78 del centro de la cabeza del cometa de Halle y, y su luz debia atravesar una parte bastante densa de la nebulosidad; el rayo luminoso, sin embargo, no se separó en nada de su direccion rectilínea (50). Una carencia tan completa de poder refringente, no permite admitir que la materia de los cometas sea un fluido gaseiforme. ¿Deberemos, pues, recurrir á la hipótesis de un gas casi infinitamente enrarecido, ó bien habremos de suponer que los cometas consistan en moléculas independientes, cuya reunion forma nubes cósmicas desprovistas de la facultad de obrar sobre los rayos luminosos, de igual manera que las nubes de nuestra atmósfera, que no alteran nada las distancias zenitales de los astros que observamos? En cuanto á la disminucion de luz que las