ideas no están conformes con lo que nos enseña la observacion; muéstranos esta, regiones enteras desprovistas de estrellas, aberturas en el cielo, como decia Herschell; existe una en Escorpion, de 4° de latitud, y otra en el Serpentario; cerca de estas dos aberturas y hácia sus bordes, se encuentran nebulosas resolubles. La que se nota al borde occidental de la abertura de Escorpion es uno de los mas ricos grupos de pequeñas estrellas que pueden hallarse en el cielo. Herschell esplica por la atraccion de estos grupos la ausencia de estrellas en las regiones vacías (17). «Hay, dice, en nuestra zona estelar regiones que el tiempo ha destruido.» Si queremos representarnos las estrellas telescópicas escalonadas en el espacio, como formando un tapiz que cubre toda la bóveda aparente del cielo, entonces, las regiones vacías de Escorpion y Serpentario, serian otras tantas aberturas por donde penetra nuestra vista hasta en las mas hondas profundidades del universo. Allá donde las capas del tapiz están interrumpidas, habrá quizás otras estrellas que nuestros instrumentos no alcanzan á divisar. La aparicion de los metéoros igneos, indujo tambien á los antiguos á suponer que existen hendiduras ó brechas (chasmata) en la bóveda celeste; pero las consideraban únicamente como pasajeras, creyendo además que estas hendiduras eran brillantes y no oscuras, á causa del éter luminoso que debia segun ellos distinguirse, por aberturas accidentales (18). Derham y el mismo Huygens, no estuvieron muy lejos de esplicar de esta manera la tranquila luz de las nebulosas (19).
Cuando comparamos las estrellas de primera magnitud con las estrellas telescópicas, que están ciertamente, por término medio, mucho mas apartadas de nosotros; cuando comparamos los grupos nebulosos con las nebulosidades irreductibles, como la de Andrómeda por ejemplo, ó bien con las nebulosas planetarias, nuestras concepciones acerca de esos mundos situados á distancias tan diferentes y como