tanto de el fenómeno meteorológico singular que he descrito en otro lugar con el nombre de tempestad volcánica.
Vapores acuosos y estremadamente calientes se escapan del cráter durante la erupcion, se elevan á muchos millares de metros en la atmósfera, y forman al enfriarse una espesa nube alrededor de la columna de humo y de cenizas. Su condensacion súbita, y segun Gay-Lussac la formacion de una nube de ancha superficie, aumentan la tension eléctrica: escápanse relámpagos serpenteando del seno de la columna de cenizas; y distínguese perfectamente el retumbar del trueno y estallido del rayo en medio del ruido que se produce en el interior del volcan. Tales fueron en efecto, en los últimos dias de octubre de 1822, los fenómenos que pusieron término á la erupcion del Vesubio. Segun Olafsen, el 17 de octubre de 1755, durante la erupcion de Katlagia (Islandia), estalló un rayo de estas nubes volcánicas y mató dos hombres y once caballos.
Este cuadro general de los fenómenos volcánicos, seria incompleto, si nos limitásemos á describir su actividad dinámica y la estructura de los volcanes; réstanos, pues, arrojar una mirada sobre la inmensa variedad de sus productos materiales. Las fuerzas subterráneas destruyen las antiguas combinaciones de los elementos para formar con ellos otras nuevas, ejerciendo su accion sobre la materia liquefactada por el calor, durante todo el tiempo que permite el estado de fluidez ó de disgregacion de la misma materia. Las líquidas, ó simplemente reblandecidas, se solidifican bajo la influencia de una presion mas ó menos considerable; y esta diferencia de presion parece ser la causa principal de la que existe entre las rocas plutónicas y las rocas volcánicas. El nombre de lava se aplica á las materias fundidas que salen en prolongadas corrientes de un orificio volcánico. Cuando varias de estas corrientes se encuentran, y son detenidas por un obstáculo, se ensan-