cúpulas, análogas de todo punto á las del basalto y porfiro (55).
El hipersthenfels, que es una mezcla granular de labrador y de hiperstene.
La eufótida y la serpentina, en las cuales se encuentra á veces el diálage reemplazado por cristales de augita y uralita, presentando entonces el aspecto de una roca mas comun, casi diria, de una roca de erupcion mas activa, del porfiro augítico (56).
El melafiro y los pórfidos de cristales de augita, de uralita y de oligoklas, á cuya última especie de porfiro pertenece el puro verde antiguo, tan célebre por el uso que de él se hacia en las artes.
El basalto con la olivina y sus elementos, que, tratados por los ácidos, dan precipitados gelatinosos, la fonolita (porfiro arcilloso), el traquito y la dolerita: la primera de estas rocas está en parte dividida en placas delgadas; la segunda presenta siempre la estructura que dá á estas dos rocas, aun en grandes estensiones, la apariencia de una especie de estratificacion. Segun Girard, la mesotipa y la nefelina tienen ana parte importante en la composicion y contestura interna de las masas basálticas. La nefelina del basalto recuerda al geólogo la miascita de las montañas del Ilmen en el Oural (57), mineral que se ha confundido con el granito y que contiene á las veces circonia; tambien semeja la nefelina pirogénica descubierta por Gumprecht cerca del Lobau y de Chemnitz.
La segunda clase de rocas, las rocas de sedimento, comprenden casi todas aquellas formaciones que en otro tiempo se designaron con los nombres sistemáticos, aunque incorrectos, de formaciones planas, formaciones de transicion, formaciones secundarias y terciarias. Si las rocas de erupcion no hubieran levantado la corteza terrestre, ni los temblores de tierra que ocasionaron, trastornado las combinaciones se-