nes activos, y esas masas endógenas de granito, de pórfiro y de serpentina, que nacidas del seno de la tierra, quebrantan, como rocas de erupcion, los bancos secundarios modificándolos por contacto y haciéndolos mas duros por medio de la sílice que en ellos se introduce, ya reduciéndolos al estado de dolomia, ya en fin produciendo cristales de muy variada composicion. El levantamiento de islotes esporádicos, cúpulas de traquito y conos de basalto, por las fuerzas elásticas que emanan del interior fluido del globo, han llevado al primer geólogo de nuestro siglo, M. Leopoldo de Buch, á la teoría del levantamiento de los continentes y cadenas de montañas. Esta accion de las fuerzas subterráneas, la ruptura y la elevacion de los bancos de roca sedimentarias, de lo cual ha ofrecido un ejemplo reciente el litoral de Chile á consecuencia de un gran temblor de tierra, dejan entrever la posibilidad de que las conchas pelágicas halladas por M. Bonpland y por mí sobre la falda de los Andes, á mas de 4,600 metros de elevacion, hayan podido ser llevadas á esta altura, no por la intumescencia del Océano, sino por agentes volcánicos capaces de arrollar la costra reblandecida de la tierra.
Llamo vulcanismo, en el sentido mas general de la palabra, á toda accion que el interior de un planeta ejerce sobre su corteza esterior. La superficie de nuestro globo, y la de la luna manifiestan las huellas de esta accion, que por lo menos en nuestro planeta, ha variado en la sucesion de los siglos. Los que ignoran que el calor interior de la tierra aumenta rápidamente con la profundidad, y que á ocho ó nueve leguas de distancia (13) está en fusion el granito, no pueden formarse idea exacta de las causas y de la simultaneidad de erupciones volcánicas muy alejadas unas de las otras, de la estension y del cruzamiento de los círculos de conmocion que ofrecen los temblores de tierra, de la constancia de temperatura y de la igualdad de