Asia oriental y delas columnas de Hércules, que, segun la narración de don Fernando, despertaron en su padre mas que toda otra cosa, el deseo de ir en busca de las Indias (autoridad de los escritores para mover al Almirante á descubrir las Indias) las habia tomado el Almirante de los escritos de Aill y, que llevaba consigo en sus viajes. En una carta dirigida desde la isla de Haiti al rey de España con fecha del mes de Octubre de 1498, tradujo literalmente un pasaje del tratado De quantitate terre habitabilis, que le habia impresionado profundamente. Verosímil es que ignorara que el mismo Ailly habia trascrito palabra por palabra un libro de fecha anterior, el Opus majus de Rogerio Bacon (46). ¡Tiempo singular aquel, en que testimonios sacados atropelladamente de Aristóteles y de Averroés (Avenryz), de Esra y de Séneca, sobre la inferioridad de la superficie del mar comparada con la estension de la masa continental, podian convencer á los reyes del seguro resultado de empresas dispendiosas.
Ya hemos recordado cómo á fines del siglo XIII, se manifestaron una predileccion decidida por el estudio de las fuerzas de la Naturaleza, y una manera mas filosófica de concebir este estudio, constituido en adelante, segun un método científico, sobre la base de la esperimentacion. Réstanos por bosquejar en algunos rasgos, la influencia que ejerció desde fines del siglo XIV el renacimiento de la llteratura clásica en las fuentes mas profundas de la vida 1ntelectual de los pueblos, y por consiguiente en la contemvlacion general del Mundo. Algunos hombres de génio habian aumentado tambien con sus esfuerzos individuales la riqueza del mundo de las ideas. Todo estaba dispuesto para un desarrollo mas libre del espíritu, cuando á favor de circunstancias que parecian fortuitas, la literatura griega, agostada en las comarcas donde mas habia florecido otras veces, halló un asilo mas seguro en Occidente. Al estudiar
