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magnéticas de declinacion se desvian hasta tal punto, que durante espacios considerables no siguen la direccion del meridiano, sino la de los paralelos. Buscáronse, con 1nquieto ardor métodos magnéticos y astronómicos para determinar por tierra y por mar los puntos por que pasaba la línea de demarcacion imaginaria. El estado de la ciencia y la imperfeccion de todos los instrumentos que servian para medir en el mar el tiempo ó el espacio, no permitian aun en 1493 la solucion práctica de un problema tan complicado. En este estado de cosas, el papa Alejando VI, abrogándose el derecho de partir un hemisferio entre dos 1mperios poderosos, prestó, sin saberlo, señalados servicios á la astronomía náutica y á la teoría física del magnetismo terrestre. Desde este momento tambien, las potencias marítimas viéronse asediadas de multitud de proyectos 1rrealizables. Sebastian Cabot, segun refiere su amigo HRicardo Eden, se vanagloriaba aun en su lecho de muerte de un método infalible para determinar la longitud geográfica, que le habia sido inspirado por una revelacion del cielo. El método de Cabot descansaba en la conviccion decidida de que la declinacion magnética cambiaba regular y rápidamente con los meridianos. El cosmógrafo Alonso de Santa Cruz, uno de los maestros de Cárlos V, acometió en el año 1530, siglo y medio antes por consiguiente que Halle y, la empresa de trazar el primer mapa general de las variaciones magnéticas (93). Ha y que decir, en verdad, que no se fundaba todavía mas que en observaciones muy incompletas.

La desviacion de las líneas magnéticas, cuyo descubrimiento se atribuye de ordinario á Gasendo, era todavía un secreto para el mismo (ruillermo Gilbert, mientras que antes de él, Acosta, instruido por marinos portugueses, reconocia en toda la superficie de la tierra cuatro líneas sin declinación (94). Apenas acababa de inventarse la brújuia