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vacion germinaba el descubrimiento del anillo de Saturno. Hevelio describia en 1656 las variaciones que esperimentó la forma de aquel planeta, la abertura desigual de las asas y su completa desaparicion en ciertas épocas. Sin embargro, el mérito de haber esplicado científicamente todas las apariencias del anillo de Saturno, pertenece á Huygens (1655), el cual, participando de la desconfianza de su tiempo, ocultó su descubrimiento bajo un anagrama compuesto de 88 letras. Domingo Cassini fué el primero que vió la línea negra que divide el anillo, y reconoció que se compone por lo menos de dos anillos concéntricos (1684). He reunido aquí todas las observaciones á que ha dado materia, durante el intervalo de un siglo, aquel de los cuerpos celestes que ofrece la forma mas singular é inesperada, y cuyo conocimiento ha podido llevar á ingeniosas conjeturas sobre la formacion primitiva de los planetas y de sus satélites. Las manchas del Sol fueron observadas por primera vez con ayuda detelescopio, por Juan Fabricio, habitante de la Frisia oriental, y por Galileo, en Pádua ó en Venecia, segun la narracion mas acreditada. Fabricio tomó acta de su descubrimiento en el mes de junio de 1611, y se adelantó ciertamente en un año á Galileo, que no dió4 conocer el suyo hasta el 4 de ma yo de 1612, en una carta dirigida al hburgomaestre Marcos Welser. Las primeras observaciones de Fabricio datan, segun un minucioso exámen de Arago, del mes de marzo de 1611 (49); empezaron á fines de 1610, si ha de creerse á David Brewster. Cristóbal Scheiner hace remontar las suyas al mes de abril de 1611, por mas que no se entregase probablemente y de un modo sério á esta investigacion hasta el mes de octubre del mismo año. Respecto de Galileo solo poseemos datos muy oscuros y poco contestes. Es probable que reconociese las manchas del Sol en el mes de abril de 1611, porque las hizo ver públicamente en el monte Quirinal, en el jardin