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de peso que reciben, el plomo, el estaño y el antimonio metálicos, oxidados, no presentó el importante resultado de que este aumento era debido á la combinacion del aire con el metal que se oxida. «Respondo y sostengo, decia, que este aumento de peso proviene del aire que ha ya estado contenido en el vaso (90).»
Habíase entrado por fin en la senda que debia conducirnos á la química moderna, y por ella, al descubrimiento de un fenómeno importante para el conocimiento del Mundo, al descubrimiento de la relacion que existe entre el oxígeno contenido en el aire y la vida de las plantas. Pero el problema se presentó al principio al entendimiento de los hombres eminentes en términos singularmente complicados. Á fines del siglo XVII se abrió paso una creencia, confusamente indicada aun en la /7crographia de Hooke (1665), pero que se dibujó mas claramente en Mayow (1669) y Willis (1671). Esta opinion consistia en admitir la existencia de partículas salitrosas en el aire (spiritus nitro-aéreus, pabulum nitrosum) idénticas á las que forman la base del salitre, y que dehian ser el elemento esencial en el fenómeno de la combustion. Entonces se comenzó á afirmar que la estinción de la llama en un espacio cerrado no depende de que el aire esté saturado por los vapores que emanan del cuerpo inflamado, sino que resulta de la completa absorcion del s»1aitus nitro crreus Ó principio salitroso contenido originariamente en el aire. La inflamacion repentina que se produce cuando se arroja salitre fundido sobre ascuas, en razon del oxígeno que de él se desprende, y lo que se llama descomposicion del salitre en el crisol arcilloso en contacta con la atmósfera, contribuyeron á propagar aquella opinion. Segun Mayow, las partículas salitrosas del aire son el principio de la respiracion de los animales, y tienen por efecto la produccion del calor animal y la purificacion de la sangre, que de negra pasa á roja, y son tambien las que
