Magha, con una agradable descripcion de las diferentes partes del dia; el del Naischada-fscharita, por Sri-Harscha, pero haciendo observar siempre, que en el episodio de Nalus y de Damayanti la espresion del sentimiento de la Naturaleza pasa los justos límites. Este esceso hace comprender mejor aun la noble sencillez del Ramayana en el pasaje en que Visvamitra conduce á su discípulo á los rios de Sona. Véase Sisupalahada, edic. de Calc., p. 298 y 312, y v. Schiitz en la obra citada mas arriba, p. 25-28; Naischada-tscharita, edic. de Calc., 1.2 parte, v. 77-199; Ramayana, edic. de Schlegel, l. I, ec. 35, v. 15-18. Kalidasa, el cólebre autor de Sakuntala, fue un gran maestro en el arte de pintar la influencia de la Naturaleza en las almas enamoradas. La escena del hosque que ha dibujado en el drama de Vikrama y Urvasi, es una de las mas. bellas producciones de la poesía de todos los tiempos. Véase Vikramorvasi, edic. de Calc., 1830, p. 711. y la traduccion de ese poema por Wilson, Select specimens of the Theatre of the Hindus, Cale., 1827, t. IT, p. 63, y por Langlois, Chefs-d*wuvre duTheatre indien, 1828, t. 1, p. 1853. En el poema de las Estaciones, particularmente en la estacion de las lluvias y en la de la Primavera, como en la Nube mensajcra, todas las creaciones de Kalidasa tienen por objeto principal la influencia de la Naturaleza en los sentimientos del hombre. (Véase Ritusanhara, edic. de Bohlen, 1840, p. 11-18 y 31-43, y la traduccion alemana del mismo orientalista, p. 80-88 y 107-114). La Nube Mensagera (Meghaduta), publicada por Wilson y Gildemeister, y traducida por Wilson y Chezy, describe la tristeza de un desterrado en el monte Ramagiri. En el dolor que le causa la ausencia de su adorada, ruega á una nube que pasa sobre su cabeza, que le lleve el testimonio de sus pesares. Marca á la nube la senda que debe tomar, y pinta el paisaje, tal y como se refleja en un alma profundamente agitada. Entre los tesoros que la poesía india en este tercer periodo debe al sentimiento popular de la Naturaleza, la mencion mas honorifica pertenece al Gitagovinda de Dchayadeva. Véase Rúckert, Zeitschrift fur die Kunde des Morgenlandes, t. 1, 1837, p. 129-173; Gitagovinda Jayadeve poete indici drama lyricum, edic. de Lassen, 1836. Ruckert ha hecho de este poema, uno de los mas graciosos, pero tambien mas difíciles de toda la literatura india, una escelente traduccion en verso, que traslada con una fidelidad admirable el espíritu del original, y la concepcion intima de la Naturaleza que vivifica todas sus partes.»
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(63) Pág. 4£0.—Journ. of the royal Geogr. Society of London, t. X, 1811, p. 2-3; Ruckert, Makamen Hariri"s, p. 261.
(64) Pág. 10.—Gaethe. Commentar zum West-ostlicien Divan, t. Vi, p. 13-18 y 111 de sus Obras comptelas (1828).