Página:Almanaque del espiritismo. 1873.pdf/63

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están todavia en condiciones de producir con la claridad y perfeccion deseadas dicho fenómeno.

Ya sabes que en Inglaterra hay corporaciones cientificos que se ocupan del estudio de todo lo relatado, wnfesando la realidad de los hechos; viendo cn las leyes universales una nueva moi-za desconocida hasta hoy; y denominándola Fuerza psíquica. Es verdad que en este pais los fenómenos, como tambien en América, son tan frecuentes como tangibles.

Termino esta carta diciendo que hemos finalizado nuestras compras, y que á las siete y media de la tarde tomaremos el camino de Ginebra.

Ginebra 7 setiembre 1872.

Llegamos aquí el 23 del próximo pareado. ¡Sniv za. tierra clásica de libertad! país en que los pulmones se dilatan para respirar el ambiente de la víde libre, suelo en donde cl corazon reforma el ritmo de su pulsacion á fin de sentir mas y mejor i.. Para llegar se cruza tangentcmeute la poblacion. Al franquoar el viaducto vimos toda la ciudad empavesada. ¡pero de que manera!.. No habia duda. un acto solemne debia tener lugar ¿cuál podria ser? un concurso internacional (Francia y Suiza) dc música y canto, 120 bandas y orfeones debian concurrir para la obtencion de los premios designados.

No pudiendo hallar fonda ni albergue, Ii causa de la afluencia de forosteros, dcterminsmos ir á caso de Mr. A. Lejcunc, sincero espiritista, dueño de una inmensa fabrica de albajas de oro y joye- rias, el cual debia tener en su poder unas cartas di- rígidas 6 nosotros; pero ashiomos que para cum- plir el último deber con su padre, habia ido á darle sepultura en Francia. pais donde acababa de fallecer, y por nuestra parto no era muy opor- tuno caer de improviso en medio de una fa- milia en desgracia; mejor era dejar para mas tarde nuestra visita , limitándonos por el momen- to á mandar recoger las cartas; pero puede más el hambre (¡no las reflexiones, y nos dirigimos ii Molltbriulult donde mi amigo tiene una hermosa l’O‘SESÏOm Llegamonuí. yprcg'untumos por la dae- ña de la osea-No estás-Ustedes son forasteros. “Tengo órden Pül’u quo dos viajeros madrile- ñ“ t°m°n i“lui POHOBÏOII de habitaciones y pa- sen desde luego 6 mudarse y refrescar, que mientras tanto les servirá la eomide..... ¡Ya en tiempo!.... por iln poco despues eramos unos de tantos satisfechos, componentes del turbion humano que se agitaba en medio de una alegria indecibie, carácter propio de una desta cuyo, ordonacion sólo estaba confiada a la iniciativa par- tícular.

Querido amigo, adivino que me pidesla descripcion de esta fiesta internacional: no la haré, no le puede hacer; pero te duró una idea de ella, y todo cuanto te diga será muy pálido al lado de la realidad; miles de miles de banderas , gallardetes, guirnaldas y flores adornaban y estrechaban las calles, los edificios, las ventanas y bnloones; arcos tríunfules con divisas é inscripciones, prestaban un aspecto tan original a la estructura de esta ciudad que por momentos perdiamoe la nocion real de su estado normal. Si este aspecto diurno nos impresionó de esta manera , ya podrás suponer y comprender nuestro estado estático, Viendo las ¡inclinaciones a giorao y á todo coste, puertas, ventanas y tejados de las casas. ardiendo todo, y hecho un áscua con tantisimos vasos de colores; los edificios, puentes y hoteles perfilados por al gas; en el lago, vapores, lanchas y barquicliuelas; bandas de musica arrojaban sl eco sin limites sus sonatas, sus melodias; las tremendas detonaeiones, los fuegos artificiales, el bullicio de la muchedumbre, los cantares, los desfiles de 120 bandas, iluminados con hachas de viento que las acompañaban, ctm, 0to., y todo lo que te puedo decir to dará una pobre idea de lo que ha pasado aquí, y restante, para completar mi imperfecto relato, indicar que todos estos torrentes tan variados de luces, se refiejaban en el lugo, y parecia haberle trasformado en un inmenso ponche en combustion...

Y esta vista ha durado tres dias, ¡que digo! toda la semana para muelles, muchas comilonas, mucho vino y licores, muchisima gente, todo e] mundo alegre; pero ni una riña... no habia ninguna autoridad provocadora!

¿Y para. quién estas fiestas? Sino se vió ni un Rey, ni un Principe, ni un obispo, ni mucho menos un ministro?

Pobres repúblicas que no saben lo que son fiestas oficiales en las monarquías.

Puesto que esta descripcion me hizo entrar en el terreno resbaladizo de la política, te diré que