Mujeres
des.trozadas
La historia es que, de repente, vas en el colectivo, o en el subte, o te sentás en un bar y algún grupito de tipos (de cualquier edad), queda cerca de vos, entonces podés “deleitar” tus oídos con el cuidadoso descuartizamiento de los cuerpos femeninos y con el particular saboreo de las escultóricas y tiernas colas, envasadas en multicolores panta- lones, sugeridas por estratégicos tajos en las polleras u otras tantas variantes habidas o por haber.
No, no estoy pensando en voz alta; tengo aquí, conmigo, mesa y café de por medio a nuestra compañera de aven- turas periodísticas: Sara Torres, una di- minuta personita, sexóloga, toda afecto y buen humor, que ha trabajado tanto con mujeres como con varones en diver- sos talleres que le permitieron observar y analizar todo este asunto del manejo del cuerpo femenino (entre otras cosas).
S.T. - Vos sabés que hace poco, revisan- do papeles, encontré una nota del diario El País (de España), que tiene mucho que ver con “el asunto del cuerpo feme- nino”, como decías recién. Es un artícu- lo de Susie Orbach. Ella analiza cómo a través de toda la publicidad se va implan- tando un modelo femenino, pero pro- puestc como un rompecabezas, porque por un lado se habla, por ejemplo, de los
19
E:
Pornografía y descuartizamiento. Un reportaje informal.
ojos (cómo hay que maquillarlos, qué ex- presión tienen que trasmitir...), por otro, de las piernas (cómo tiene que lu- cir, qué medias deben llevar. í sucesivamente. Al fin, la mujer puede cumplir con un “correcto” arma- do de ese “rompecabezas”. que no res- ponde a ese modelo ideal que se le pone por delante, comienza a despreciar o a desvalorizar su propio cuerpo.
Es un trabajo precioso, que si no re-
cuerdo mal se llama “Por qué las mu- jeres odian todavía su cuerpo”. Yo te diría que en esto de la cosificación del cuerpo femenino hay una “industria” de la que no podemos dejar de hablar, que es la pornografía. A.F. - Ese precisamente es un tema que me gustaría desarrollar. ¿Qué es la por- nografía? ¿Cómo se la podría definir? S.T. - Mirá, si nos remitimos a la etimo- logía que nos da el diccionario, nos en- contramos con que pornografía deriva del griego y es una palabra compuesta que significaría “la escritura —el escri- bir—, acerca de las prostitutas”, por extensión el término se aplica a “es- critos obscenos”, cuyas caracteristicas son bastante difíciles de definir (el dic- cionario mismo te lleva de un sinónimo a otro formando un círculo vicioso).
Bueno, si dejamos el nivel teórico y
