Alternativa Feminista
me excita. No hay en ella sentimiento, amor o temura, la mayor parte me pa- rece violencia sexual”. “Los personajes son estereotipados y fomentan las fan- tasías del superhombre sexual. Sólo las penetran y ellas se vuelven locas con or- gasmos múltiples”.
“Yo creo que toda la pornografía tie- ne una orientación masculina y es degra- dante para las mujeres. Sinceramente no me gusta. No me deja dudas de que es lo que la mayoría le quisiera hacer a sus mujeres”. “La pornografía representa una imagen muy irreal de las relaciones sexuales, en lugar de sexualmente edu- cativa suministra una educación errónea.” Fijate hasta qué punto resulta una “edu- cación errónea” —como dice ese señor—, que me he encontrado en talleres de se- xualidad, con tipos a Jos que acostum- braron a masturbarse sólo frente al es- tímulo de una revista, dejando de lado la capacidad de autoerotización, el des- cubrimiento de las diversas sensaciones del propio cuerpo y la comunicación consigo mismo.
A.F. - Recién hablaste de la autoeroti- zación, ¿cómo se relaciona el erotismo con la pornografía?
S.T. - Y Yo creo que se relacionan mal. Pienso que al estereotipar, quitar creatividad. implantar determinados per- sonajes irreales modelados de acuerdo con una edad. altura y disponibilidad para posiciones que dificultan el orgas- mo de la mujer (aunque son fotogéni- cas), se determina un lenguaje que de- cide qué debe ser erótico y qué no lo es. Por eso te decia antes que no creía que las películas porno fueran ni educa- tivas ni enriquecedoras, pero sí creo que una película en la que se muestre una re- lación sexual puede ser educativa y eró- tica.
Yo tuve oportunidad de ver una pe-
lícula que era un verdadero poema al amor. la ternura, el erotismo y la co-
municación de la pareja que la filmó, una pareja bastante madura.
A.F. - Estuvimos hablando bastante de cómo se utiliza la figura femenina. ¿Cuál es la actitud de la mujer frente a la pornografía? ¿La acepta? ¿La con- sume?
S.T. - Bueno..., en general, te encon- trás con que a la mujer no le gusta la pornografía, y no por inhibiciones o vergúenza sino porque no la erotiza; se ha comprobado que es más sensible a la palabra, a la música, que a la ima- gen; no sé si por condicionamiento cul- tural o biológicos lo ignoro, pero estadís- ticamente se ha comprobado esa situa- ción.
En algunos casos hay mujeres que cuentan que aceptan películas porno porque las estimula la excitación que provocan en sus compañeros.
En cuanto a si consumen pornogra- fía... se dice que las revistas con des- nudos masculinos (que también existen), supuestamente tienen un mercado feme- nino. Se supone, pero se ha comprobado que su principal consumidor es el públi- co homosexual masculino. Caemos en lo mismo de antes: aparentemente la mu- jeryen términos generales, no encuentra erotizante la imagen. ¡Ojo! a algunos hombres tampoco los erotiza la imagen, por lo menos la que maneja la pornogra- fía; un ejemplo claro es el del Informe Hite.
A.F. - Quisiera que retomaras y resumie- ses tu posición frente al manejo de la imagen del cuerpo femenino.
S.T. - Me parece que resulta claro que no me opongo, ni me horrorizo ante la exhi- bición de cuerpos desnudos, lo que re- chazo es, precisamente, que la belleza del desnudo sea profanada por una industria que la comercializa, adaptándola a la mo- da impuesta.
Tampoco estoy sugiriendo —ni se me ocurriría: -,que hay que censurar: ahora
