ROSA BAZÁN DE CÁMARA 13 > 2]
Cuando no andaban desacompañadas la psico- logía de la especulación filosófica, el problema feme- nino se resolvia, como en rápida sintesis o en suce- sión cinematográfica la hemos estampado. Pero, des- pués de este largo alegato contra la capacidad de la mujer, llega ahora el tiempo de la reconsideración del problema a cargo de la primera, ya totalmente sepa- rada e independiente, hasta el punto de que pode- mos bautizar la tendencia espiritual de nuestros días con el calificativo de Siglo de la Psicología. Y el “conócete a ti mismo” socrático tan olvidado por el hombre, porque más carne se le hizo el “primun vi- vere, deinde philosophare”, parece que realmente ahora se ha resuelto llevarlo a la práctica, y seguido
del imperativo gemelo: “conoce a la mujer”. k * *
Por fin el hombre y la mujer se han propuesto percibir lo que llevan dentro de sí mismo y de sí mis- ma, sin los prejuicios de las concepciones clásicas. Y es la Psicología la que nos va a mostrar la diferencia o la heterogeneidad psíquica de los dos sexos.
Mas, aceptando las conclusiones a que llega, cabe la pregunta: ¿es la diferencia psicológica una resultante de la diferencia sexual, o es solamente pro- ducida por la educación física y mental, opuesta en uno y otro sexo?
La naturaleza individual se va amoldando a los medios y condiciones de vida y el cuerpo humano toma forma y actividades según el empleo que de él se haga, puesto que somos receptivos y capaces de