VICENTA CASTRO CAMBÓN 165
UNOS ME ACONSEJAN
Unos me aconsejan que vista de negro... Otros que no elija tal color jamás... —"De negro pareces enferma y tan grave que vas inspirando recelo y piedad”. —“'Nunca te vistieras de claro si vieses: ¡los colores claros te cuadran tan mal...!” Y ante tan opuestas opiniones, pienso: Razón tienen todos y en todo hay verdad.
Con mi triste aspecto, de negro, me veo personificando a la Calamidad;
tan fea y, de claro, a mis años, no es raro me tilden de cursi o de algo más.
Mal quedo de obscuro, mal estoy de claro, ¿cuál de estos dos males el menor será?...
¡Ah, si yo pudiera! ¿Sabes de qué modo me rebelaría contra tanto mal?... Vestida de blanco, sí, de blanco he dicho. recorriera un día toda la ciudad, llevando en el brazo manojos de flores y ensayando el canto que temí ensayar. Y al que en carcajada burlona o palabras un concepto erróneo diera a adivinar dándole la rosa mejor de mi ramo,
la rosa encendida de mi Caridad,
“Esta flor es tuya, hermano,—le dijera— algún día blanca me la volverás”.
Sé que comentando mi conducta, fuera mucha la malicia, grande la piedad,
pero yo volviérame a casa contenta
y entonando el canto que hoy temo entonar.