Marruecos, aunque, en verdad, á ellos los persiguió menos que otros de sus antecesores. No le faltaron, mientras vivió, á este príncipe disgustos y alteraciones, nacidas de la mala voluntad de todos. Refrenólas como pudo, y logró así reinar nueve años, hasta que un criado suyo, de quien él hacía gran confianza, trayéndolo por inmediata guarda de su persona, le acometió un día al entrar en su alcázar con la alabarda de que iba armado, y lo atravesó de parte á parte. No pudo saberse el motivo que tuvo para acción tan osada, porque en el instante mismo fué hecho pedazos por la servidumbre del muerto soberano. Luego fué aclamado por los cortesanos su hijo primogénito Muley-Becr, que sólo gozó de la corona dos meses. Enviaron los principales vecinos de Marruecos, como habían hecho en otras ocasiones, secretos emisarios á los sublevados señores de Tafilete, estimulándoles á que viniesen á tomar posesión del imperio. Y como llegase este mensaje cuando más pujantes se hallaban precisamente y con más deseo de hacer conquistas los nuevos reyes de los Fililies ó Filelis, que así se llamaban los habitantes de Tafilete, no se hicieron esperar por cierto.
Eran estos filelis, como los fundadores de las más famosas dinastías de la Mauritania ó Mogreb-alacsa, unos impostores, que, afectando cierto origen sagrado y grandes virtudes, habían logrado atraerse la voluntad de las fanáticas é incultas cabilas que residen en las yermas soledades del Sur del imperio. Su origen se cuenta de esta manera[1]. Por los años de 1620 de nues-
- ↑ Tomo muchas noticias referentes al origen de la actual dinastía y á los hechos de algunos de sus príncipes, <span title="señaladamente los más modernos, del libro del Conde Graberg de Hemsóo, titulado Spechio geográfico e statistico dell'impero di Marocco." class=tipeo>señalada-