Página:Arkady Arvechenko - Cuentos (1921).djvu/180

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
84
 

—¿Habráse visto mamarracho...? No mires; miraré yo solo. ¿A que no desaparece?

—Para mí no existirá, y basta. Lo demás no me interesa..

Reinó un largo silencio. Kurochkin, exasperadísimo, volvió a escupir en la hierba, se tendió de nuevo y se puso a silbar un aire de opereta.

V

—¡Oyel—gritó, incorporándose bruscamente, como sacudido por una súbita inspiración. ¿Y si yo me muero, desaparecerá todo también?

—Si te mueres después que yo, ya habrá desaparecido todo.

¿Y si me muero antes?

—Si te mueres antes, todo seguirá existiendo. ¿Por qué va a desaparecer, viviendo yo? Tú eres una de las infinitas cosas que existen para mí. Vives para mí.

Y morirás...

—¿Para que tú te diviertas?

—Al contrario, para que yo llore ante tu tumba.

La indignación de Kurochkin subió de punto.

—¿De modo que yo soy un ser accesorio?

— Como el zar, como el papa, como Rothschild, que dejarán de existir en cuanto yo me muera.

—¿Y sólo existo cuando tú te dignas mirarme?

—¡Es triste, pero es asíl Y cuando miras a otro lado ¿dejo de existir?

Nadkin vaciló un momento. Temia herir la suscep-