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PARTE TERCERA
XVIII
UNA FERIA DE CABALLOS
Indudablemente, una feria de caballos es un lugar de gran diversión para todos aquellos que no tienen que perder en ella; y siempre hay mucho que ver allí.
Largas hileras de caballos jóvenes, recién sacados de los potreros; manadas de pequeños caballitos peludos, traídos del país de Gales, no más grandes que Alegría; centenares de caballos de tiro, de todas clases, algunos con sus largas colas trenzadas, y sujetas con cintas rojas; muchos como yo, hermosos y de sangre, pero venidos á menos por algún accidente ó tacha, defecto en la respiración, ú otro padecimiento. Había también allí algunos animales magníficos,