Página:Azabache (1909).pdf/219

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 215 —

el ferrocarril tiene que caminar cuatro millas desde la estación más próxima; débil como está, y con un niño de cuatro meses en los brazos, eso es imposible, por lo que desea que la lleves tú en el coche, pagándote lo que sea.

-No es el dinero lo que me preocupa, sino el descanso que, tanto los caballos como yo, necesitamos, pues estamos rendidos; pero lo pensaré.

-Eso no tiene qué pensar-replicó Paulina; -yo siento tanto como tú que no pasemos el día juntos; pero me hago cargo de la situación de la pobre Sara; hagamos con los demás lo que quisiéramos que hicieran con nosotros.

-Bueno, Paulina, tú hablas tan bien como el cura de la parroquia, y si mañana no oigo el sermón, ya llevo por delante el que tú me has echado. Dí á Sara que estaré listo á las diez en punto. Por la mañana te llegarás á casa del carnicero Briones, y le dirás que deseo me haga el favor de prestarme su tílburi; yo sé que no lo usa los domingos, y será un gran alivio para el caballo, pues es mucho más ligero que el coche.

Yo fuí el elegido para hacer la jornada, y á la mañana siguiente, antes de dar las diez, estaba enganchado en un ligero tílburi de altas ruedas,