tisfacer asf necesidades que se sienten vivamenle, y es dsle uno de los hechos mns prominentes que describe la situnción octual, y que obligon al Poder Ejecutivo é onticipar in prasentoción del proyecto ndjunto.
Anles de formularlo, el l'oder Ejecutivo ha examinedo la cuestion bajo todos sus faces y se ha propuesto la solurión por otros medios.
Convertir al Bonco Nacional en bonco único de emisión pora torda ta Repúblico sería contrariar los fines de la Constitución Nocional, que hn reconocido eutonomfn y sobc ronin local en lus Provincios, y la existencia de ln plurnlilad de los bancos parliculnres.y de estodo. Seria, odemús, eniprender una torca lorga, lahoriosa y de dudosos resulfados, para cnmbiar y destruir hechos existentes, limitondo la acción de los mismos bancos que el Gobierno hu amparodo con sus medidas legislativas. Serin colocar lo responsobilidud y el servicio del crédito y del copilol en un súlo estableciniento, suprimir la iniciotiva porticular y de los Provincins y chocur con los tradiciones del pois en esto inaterio.
Tonur el Gobierno Nacional i su cargo la misión de dar û la Nación un billete emitido por dl, retirondo la circulación actual de todos los bancos, importaria tombiến desconocer hechos existentes, consagroJos por lo ley y por el tiempo, y recerger en el intcrior y en el exlerior su cródito comprometido por una deudn que, si bien no es superior á lus fuerzas de la Noción, representa sin einborgo, uno suma considerable. No serio pasible prever tam poco cuul serta el valor del billele circulado en eso forma.
Por olra parte, el curso legol de los billetes que oclualnente circulon, no ha sido impuesto al pofs por el Gobicrno sino por los Baneos, y un Gobierno no asume estas responsalbilidodes y no lo decreto, sino en su propio be-
