como el movimiento de su progreso, y como el inovimiento de los exigencios de su pohlnción.
La cuestión moneda metilico no depende como lo sabeis de la simple volunlad del legislodor, y mucho ménos depende retener dentro del pais ln monela metálica, que teniendo por la moteria que la constiluye, valor universol, es solicitoda pur todos las nneiones que pueden necesitar con cordcter momentúneo ó perinunente, el melal de que ln moneda es forniado.
No lhoy cuestión en el dia, honoroble señor, que mús ogile á la humanidlad civilizodo, que la cuestion monetaria.
En los Estados-l'nidos se rcuniró este año un Congreso, al hemos sido invitados, con el fin de tratorla. Otro que Congreso se reunirú en el continente europeo, la «Unión monetoria latino», formodo de la Francia, Ia Itelio, lo Bélgica, la Suizo y la Grecia, que deben en breve resolver si ha dedisolverse & continunr la unión, y, el misno Reino Unido que hasta aquf se hublu considerndo libre de las agilaciones consiguientes al sistema monelario adoptado, tiene esa cuestión entre manos, como le principal ú resolver en estos momentos, y la tiene en forma lan exigente, que seis de los doce miembros que componen la Comisión Real nombrada por cl Gobierno de S. M. Britinice, declnran nelamente que no hay más solución para la cuestión monetaria que abnndonor una vez. por todas el patrón monetario de oro que rije, ú lo Gron Bretaño dcede 1816 y adoptar resueltamente el atrón bi-metilico-oro y pletuúnico, según los ilustrados micmbros de la Comisión Britỉnica, que puede satisfocer los necesidades monetarios de los pueblos civilizodos.
En este estado de universnl espectativo, sobre mejor y posible sistemo monelario, creo que la prudencia aconseja no hocer desd yo modificaciones radicoles definitivas, y esperor á que talvez el concicrto de las grondes nociones,
