cas fotográficas a un segundo de arco correspondían unas siete milésimas de milímetro. Se ha pensado en un efecto de refracción producido por una posible atmósfera gaseosa solar, y en atención a que la densidad que habría de serle atribuida excede grandemente los límites permitidos por otros fenómenos (como la presión que dichos gases ejercerían en la capa donde se produce el espectro solar de absorción, la perturbación que engendraría en la marcha de los cometas que se han acercado a distancias bastante menores de nuestro astro central, la disminución de brillo que habría provocado en la imagen de las estrellas por efecto de la absorción, y la propia luz difundida por dicha atmósfera, que le daría un brillo incompatible con los resultados de la observación) se ha sugerido la hipótesis de un gas especial, acaso el productor de las líneas coronales, cuya retracción fuese excepcionalmente grande, sin parar mientes en las dificultades que tal hipótesis, unida a una absorción y difusión despreciables, tiene para las teorías de estos fenómenos, plenamente confirmadas en el terreno experimental. También se ha traído a cuento la llamada refracción anual, descubierta recientemente por Couvoisier, no porque se le pueda atribuir el fenómeno discutido, sino como ejemplo de las causas posibles de él, independientes de la teoría de Einstein.
Dejando a un lado la refutación de cada una de
==] FUNDACIÓN = 5) JUANELO ASÍ] TURRIANO
