gremios mayores de Madrid, quienes lo franquearon con generosa liberalidad, olvidados de su propia comodidad, en donde, defendidas aquella fatal noche, de las ofensas de la agua, lograron el abrigo y separacion que permitia una estacion tan ríjida; y para que lograsen con mas desahogo uno y otro, ayudado de los referidos Comisionados y del Teniente de artillerìa D. Manuel de Acuña, se dió estension al primer rancho y se fabricó otro vecino à él, en que se pusieron separadas entre sí ámbas Comunidades; si bien se comunicaban en un Oratorio, dispuesto por los mismos, que servia á ámbas y aun á todo el pǜblico y que, construido ántes con alguna estrechez, por no interrumpir su culto á Dios y á las Religiosas sus ejercicios, y para depositar las sagradas formas que se estrajeron de las ruinas, se amplió despues ó se hizo nuevamente otro de mas capacidad, decencia y hermosura, que costeó de su peculio D. Joaquin de Arrequivar, uno de dichos Comisionados y el espresado D. Manuel de Acuña; en donde, colocadas las Imágenes de mayor culto que, á empeños y en concurso de este Sr. Ministro, y con auxilio de los Comisionados de los enunciados grémios, pudimos sacar de entre los fragmentos de nuestra Iglesia; eran muchos los sacrificios que cuotidianamente se ofrecian á Dios, y muy frecuentes los actos devotos de virtud y religion que allí se practicaban, exhortando en ellos à la conformidad en los trabajos y á la detestacion de las culpas, mediante el Sacramento de la penitencia, en las contínuas pláticas y sermones que, en cumplimiento de su instituto, predicaban nuestros Religiosos. Habiendo dado albergue á las Religiosas el Sr. D. Basilio, desde luego entendió que estaba ya obligado á cuidar de ellas y alimentarlas; y tomando ámbas cosas à su cargo, asistíalas personalmente con grande amor, siempre que las ocupaciones de su ministerio se lo permitian; y cuando llevado de éstas se ausentaba, hacía, á personas de confianza, recomendaciones de su cuidadado. No fueron necesarias muchas, para