"De Albión la potente, sin duro castigo,
Del Brasil, de Iberia bajel enemigo
La espalda del Plata jamás abrumó,
"Y ahora estraña flota, le doma, lo oprime,
Tricolor bandera, flames sublime,
Y la azul y blanca vencida cayó."
Fué por esta época que comenzó a funcionar la célebre Sociedad Popular Restauradora, ejerciendo su omnimoda autoridad, de la que fué jefe nato el carnicero Cuitiño, que desempeño un papel tan conspicuo durante la larga noche de la tirania.
La sociedad tomó y recibió, entonces, el aterrador titulo de La Mazorca.
Con tal institución hizose también insoportable la vida en Buenos Aires, sin garantias y sus habitantes todos expuestos al mero impulso de una delación en satisfacción de una venganza cualquiera. Y asi comenzaron y siguieron en 1839 a 40 a llenarse las cárceles con lo mas decente y notable de la población, de nuestras mejores y mas virtuosas familias, que resistian en nombre de sus pasados antecedentes las imposiciones de este presente griego de la tirania.
Los jueces de paz en las parroquias investian, como es sabido, una gran autoridad. Puede decirse que eran los dueños de vidas y haciendas; y para, prestigiar a Rozas y afirmarlo en el inmenso e irresponsable poder que ya ejercia contra los unitarios, partido compuesto de toda la gente decente y culta, con muy pocas excepciones, redobló la persecución sin consideración alguna a todo lo que era civilizado, descendiendo a detalles los mas minuciosos del vestido. La chaqueta fué el traje distintivo del federal: pasaporte obligado, que garantizaba la seguridad y la vida de los que mas tenian necesidad de transitar por las calles de la