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puericultura agregadas a los actuales programas — en los Colegios Nacionales, Escuelas Normales, Institutos del Profesorado Superior.
Animada con ese ideal de mejorar al hombre futuro, a aquel que recién nuestros nietos verán tal vez, solicité la suplencia de la cátedra de Ciencia de la educación de nuestra Facultad de Filosofía y Letras: "el asunto fué aplazado en la duda de si es posible abrir esta carrera por ahora al sexo femenino"[1].
La educación sexual debe comenzarse desde que se enseña a vivir, iniciación religiosa — religiosidad humana — que incumbe a la familia, base de la iniciación científica que corresponde a la Escuela.
Allí la enseñanza toda deberá estar orientada de
- ↑ Buenos Aires. Octubre 28 de 1910.—Al Honorable Consejo Superior Universitario.
Honorable Consejo:
En Junio de 1910 manifesté al señor Decano de la Facultad de Filosofía y Letras el deseo de formar parte del profesorado de esa Facultad, solicitando la suplencia de la cátedra de Ciencia de la Educación.
El doctor José N. Matienzo, sin hacer la menor objeción a mi deseo, al entregarme los Estatutos, dijo: "Sométase a ellos".
Sometiéndome a ellos, presenté una monografía y una solicitud, cuya respuesta transcribo: "En cuanto a su deseo de formar parte del profesorado universitario, la Facultad, en la duda de si es posible abrir esa carrera, por ahora, al sexo femenino, ha aplazado el asunto".
En Octubre de 1910 solicité del Honorable Consejo de la Facultad de Filosofía y Letras una contestación definitiva y de nuevo "fué aplazado el asunto".
Creyéndome en el derecho de obtener siquiera una contestación definitiva —a pesar de ser mujer,— pido al H. C. S. U. solucione "el asunto".
Es justicia que espero del H. C. S. U.