Página:Cantico de Navidad.djvu/170

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Rogers que nos presidía y á quien agradaba imprimir una gran importancia y solemnidad á estos consejos. El pienso indicado sólo debe servir para la señora Glimper que podrá dividirlo con su marido, y... no digo más. Por esto la Asamblea deliberante no puede tomar en consideracion el consejo de ese digno ladron, y creo que debe ser rechazado con el más profundo desprecio.

Aprobado lo dicho por el presidente, todos quedaron en libertad de exponer sus opiniones.

Augusto Halfaere hizo presente que las plumas quemadas son comestibles, y se le olvidó decir que agradables al gusto.

Pongo mi bota izquierda á disposicion de ustedes, dijo Franck Lightfoot, porque la derecha tiene un enorme clavo en la suela, cosa que advierto de paso, á fin de que se sepa, pues la reservo para la última extremidad.

—Si nos comemos los zapatos será como comernos el pastel de beefsteak; pero no estamos para bromas. ¿Quién propone algo?

—Aun tenemos á mano á Murell Robinson, dijo Shillito con aire tan feroz, que el aludido, niño de ocho años, novato y por lo mismo sonrosado y gordo aún, se llenó de terror.

—Sí, sí, dijo el presidente reflexionando; sería un gran golpe político. Si la señora Glumper perdiese uno ó dos discípulos,