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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

porque el principal atributo y lo que como carácter debe tener el príncipe y superior cristiano, es el ser largo en dar y en socorrer las necesidades de los pobres, y no en recibir, como lo que se acostumbra hoi, que no tan solamente se recibe, sino es que declaradamente se estafa si con violencia no se quita. Pues, como vieron en Cristo esta grandeza y liberalidad piadosa en satisfacer al hambriento y socorrer al necesitado, lo buscan para rei, que en los hombres se tiene por mayor milagro el dar a manos llenas, que resucitar muertos. No puedo dejar de decir lo que siento, y tirar al blanco que hallo descubierto, supuesto que el principal que tiene este libro por objeto, no es otro que dar a entender las causas y fundamentos hallo que para la dilacion de esta guerra de Chilley para su total fin y acabamiento. ¿Cómo puede Chille mejorarse ni conseguir la paz que se desea, si cuando juzgamos que le viene su remedio, su amparo y su defensa con un gobernador al parecer cristiano y celoso del bien comun y del aumento de lo que se le encarga y encomienda como a leal vasallo y fiel ministro de su Real Majestad, y estando en esta fee y en esta espera, hallamos lo contrario en algunos que han venido y vienen (entre otros moderados y atentos en sus acciones), que a cara descubierta y sin rebozo roban, quitan y destruyen, no tan solamente ellos, sino tambien sus confidentes y allegados, que como arcaduces por adonde se encaminan las corrientes de sus tratos, logros y granjerías, no pueden dejar de ser participantes de sus rebosos [sic] y contínuas avenidas? Con que podrémos decir, que estos con razon no son príncipes ni señores, pues no saben ajustarse al nombre que la dignidad y el oficio indignamente les comunica (que es, como dijo nuestro citado intérprete, saber dar ántes que recibir). Ni tampoco serán gobernadores cristianos, porque sin atender ni mirar a la obligacion que les corre, de verdaderos ministros de la justicia administradores fieles de ella, solo cuidan y solicitan sus aumentos y sus mayores medras a costa de la sangre de los pobres y leales vasallos del Rei nuestro señor, a quienes pudiera afrentar dotrinando con su accion y con el desprecio de las pagas considerables que le daban, nuestro referido y valeroso jentil. y Lo segundo que se puede juzgar y entender de la poca estimacion que hizo Maulican mi amo de las referidas pagas es, que por espera de mayores bienes se pueden dar de mano a los menores, como agudamente nos lo dijo un cómico: tenia puesta la mira con mi rescate a muchas mas medras y intereses, porque a los diez o doce dias despues de haber llegado a su casa, tuvimos cartas, los caciques y yo, del gobernador y capitan jeneral, asegurando por mi vida la hacienda que quisiesen, y a los caciques que estaban presos y cautivos entre nosotros, que eran de la parcialidad de mi amo; y como vió que para solo este efecto habian dado libertad a una india que pocos dias úntes habian cautivado de la mesma parcialidad, y esta significó las grandes ofertas y pagas considerables que ofrecian por mi rescate, reconoció lo que le importaba el asegurarme la vida y tratarme con todo agasajo y respeto: por lo cual se puede