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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

y ahora os estimo y quiero mas, porque sois atento y mirado en vuestras acciones. Luego, si yo me hubiese sujetado a vuestro parecer y a lo que me facilitabais, ¿diferente concepto hubierais hecho de mí, amigo Ancanamon? Claro está (me respondió el cacique) que no os tuviera por tan cuerdo, que en vuestros tiernos años es mui de notar vuestra prudencia. Pero en tales ocasiones como esta de bailes y entretenimientos, ántes se tiene por cortes y agradable al que se acomoda al tiempo y hace lo que ve hacer a los demas. Eso se entenderá (le dije) con los que son dueños de su libertad, y no con los que somos cautivos y estamos sujetos a a vuestras voluntades y a obediencia rendidos. Vos no os podeis tener por cautivo, capitan, dijo Ancanamon, pues vuestro amo os tiene como a hijo, y yo de la propia suerte os estimo y amo, porque mi corazon se inclina naturalmente a quereros bien, y así no os podeis contar con los cautivos, sino es que sois libre y dueño de vuestra voluntad. Decis mui bien, por cierto (respondí al cacique), que a no conocer yo mi dicha y buena fortuna en la estimacion que haceis de mi persona, fuera mui falto de entendimiento, que, segun Ciceron, solo el que le tiene se puede llamar libre; y dice bien, que el sabio y el entendido vive libremente. Pues ¿quién goza de libertad en esta vida? El mesmo Ciceron lo dice, y pregunta qué es libertad. Y responde: el vivir cada uno como quiere. Pues ¿quién vive como quiere, sino es el que obra bien y hace lo que es justo sin apartarse de la razon y de lo recto? y a esto se ajusta el que tiene capacidad y entendimiento. aniden Estando Ancanamon y yo en nuestra conversacion divertidos, se levantaron de sus asientos los dos muchachos mis compañeros para irse retirando a donde su abuelo Llancareu y los demas de nuestra parcialidad estaban bebiendo y holgándose, con cuya determinacion pedí licencia al cacique para seguirlos y ir a dar una vista a mi amo, que me la dió luego de buena gana, diciendo que volviese despues a visitarle y no le olvidase. Fuíme en compañía de mis camaradas a donde estaban nuestros parciales y comarcanos, que fatigados ya de comer, beber y bailar, los mas se habian echado a dormir, por cuya causa rogué a los muchachos mis amigos que hiciéramos lo propio, porque me hallaba con buena disposicion de sosegar los sentidos y aliviar los cuerpos de fatigas, con que sin repugnancia alguna vinieron en lo que les pedí, porque tambien lo deseaban ellos; y al rumor y ruido de las voces de los danzarines y del agua que caia con precipitado viento, nos quedamos suspensos y dormidos.

CAPITULO XIV.

En que se trata de la despedida de Ancanamon y mis compañeros, de los agasajos que me hizo a la partida, de la inclinacion natural que muestran los mas a los españoles y a nuestra santa fee. Amaneció con bien despues de la tormenta, mas humano el tiempo y apacible el dia, con que se determinaron Llancareu y su hijo Maulican