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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

stilo, que vos repetis muchas veces lo que enseñais a mi hijo, y así aprehende con facilidad lo que le decis; que los pateros (que quiere decir doctrineros) sola una vez enseñaban las oraciones, de año en año y de priesa, a las mujeres y a las muchachas y muchachos, porque los indios tributarios, pocos o ningunos asistian en sus casas, con que eran mui raros los que sabian rezar. Pues los muchachos y chinas que serviais dentro de las casas de vuestros amos (dije al cacique) ¿no rezabais todas las noches? En algunas partes (respondió el cacique) oí decir que solian hacerlo así en vuestro lenguaje castellano, con que ninguno llegaba a entender lo que rezaba; y esto algunas buenas señoras lo hacian, que los huineas, que quiere decir españoles, ya os he dicho, capitan, algunas cosas que hacian, no bien encaminadas, segun las noticias que tuve de mis antepasados. Bien creo yo (dije al cacique) que habria algunos de malos naturales, porque nuestra humana naturaleza siempre está sujeta a obrar ántes mal que bienes; y habeis de advertir, amigo Luancura, que el mundo se compone de malos y y que es mayor el número de los que se dejan llevar del licencioso apetito, que los que se sujetan a la razon natural; siendo la que debe rejir y gobernar nuestros descaminos, porque enseña, como dijo Ciceron, lo que se debe seguir y obrar, y de lo que se ha de huir y apartar, porque la razon debe presidir y el apetito obedecer al contrario se gobiernan los mas, sujetando al apetito la razon, por ser (como tengo dicho) mas sujeta nuestra flaca naturaleza a obrar mal que bien; pero no me negaréis que entre los malos que decis, habria algunos buenos tambien y ajustados a nuestra cristiana lei. Mui pocos y mui contados (respondió el cacique) los que lo parecian; solo decian los antiguos mucho bien de un patero o ermitaño que vivia solo en una capilla o ermita que tenia fuera del concurso de las jentes, adonde se sustentaba con yerbas del campo y con el pan que pedia de limosna, y lo mas que traia, lo repartia a los pobres indios y a los niños y muchachos que enseñaba a rezar, y tambien of decir, que de noche se azotaba mucho dentro de su capilla. Asímesmo tenian opinion de buenos relijiosos los que llamaban videpateros, que quiere decir los que tenian las vestiduras de color de perdiz (que son los de la sagrada relijion de mi padre San Francisco); que éstos (repitió el cacique) no buscaban oro ni plata, como los demas, y no tenian chacras ni heredades, y se sustentaban de limosnas como el hermitaño, y a su convento y casa acudian a comer todos los pobres, y los desamparados indios hallaban en ellos grande abrigo y consuelo: y de esto se acuerdan mucho los viejos de aquel tiempo. Pero dejemos ahora (capitan) estas pláticas, que como era yo pequeño entónces, no pude llegar a tener tanto conocimiento, y puede ser que lo que cuentan los antiguos acerca de lo que hacian los españoles, no fuese con el extremo que várias veces les oí decir; y así, tratemos de cristianar a mi hijo y a mis hijas, que yo tengo mucho gusto de que lo hagais. Por la mañana, si os parece (le dije al camarada), podrémos bautizarlos, y esta tarde rezarémos todos al pié de la Cruz, y enseñará tu hijo las