Replicóme el muchacho diciendo, que si era Dios tambien el Hijo como el Padre Eterno, y el Spíritu Santo por lo consiguiente, que ¿cómo no habia mas que un Dios? A que le respondí, que eso era lo que le acababa de explicar, que el Hijo lo era por el entendimiento del Padre, y el Spíritu Santo de su amor, que hacian distintas personas en una esencia; a cuyas razones me dijo el muchacho: ¿quereis que os diga la verdad (capitan)? que no he podido acabar de entender lo que me habeis dicho. No os maravilleis de eso (dije al amigo), ni se os ponga por delante la obscuridad de este misterio, cuando los mas santos, ilustrados con la luz de sabiduría, letras y virtudes, despues de haber con el entendimiento y todos sus sentidos discurrido en la materia y solicitado con desvelos apearla [sic], han dicho con rendimiento las palabras siguientes: no piense el hombre (dijo San Hilario) que con su capacidad y entendimiento ha de poder alcanzar el misterio o sacramento de la jeneracion divina; y el glorioso padre San Ambrosio dijo, que era imposible el poder alcanzar ni entender el escondido secreto de la jeneracion, porque el entendimiento faltaba y la voz no acertaba a decirlo. Y el anjélico doctor Santo Tomas dice, que es imposible que ningun discurso humano pueda llegar a penetrar lo escondido de este santo sacramento de la Santísima Trinidad. Y así, para que no os embaraceis en vuestra propia dificultad, dije al muchacho, arrimáos a la fee de lo que os digo, que ella nos enseña a creer y facilitar lo que a la vista se nos oculta y al entendimiento se esconde, como nos lo muestra el apóstol San Pablo difiniendo lo que es la fee, que con ella, dice, se hace visible lo invisible, y lo nublado y turbio claro y patente. Con la fee (prosigue el santo), siendo grande el caudillo de Dios Moises, negó ser hijo de la hija del rei Faraon, por librar a su pueblo; con la fee salió de Ejipto sin temor ni recelo; con la fee celebró la Pascua; con la fee pasó con su pueblo el Mar Bermejo como por camino llano; con la fee cayeron en tierra los muros de Jericó ¿qué mas tengo que decir de la fee (dice este glorioso santo)? porque me falta el tiempo para decir de Jedeon, de Barac, de Sanson, de Jepté, de David, de Samuel y los profetas, que por la fee vencieron reinos, obraron maravillas y otras muchas cosas. Finalmente, sin la fee no se puede agradar a Dios, como ántes lo insinúa el mesmo doctor de las gentes. N Esta es la que habeis de tener viva, que mediante ella habeis de llegar a ver en la eterna gloria lo que acá es imposible que podais entender ni alcanzar y acabaré con una cosa, que es deciros que la grandeza de Dios ni sus profundos misterios no son para nuestros entendimientos, que no fuera Dios si nuestros humanos discursos pudiesen escudriñar sus secretos, y como os tengo referido, los mas santos, los mas doctores [sic] y los mas versados en sus divinas letras se sujetan a la fee, que nos enseña lo que ignoramos, y manifiesta lo que no vemos. Esa razon me cuadra, capitan (dijo el muchacho), que Dios no ha de ser como nosotros, para que podamos comprehender sus grandezas, y me
