Página:Cautiverio feliz, y razón de las guerras dilatadas de Chile.pdf/197

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
183
NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

me llamó luego para decirme, que mi camarada no habia querido que le curase el médico, y por no verlo, se habia tapado y vuéltole las espaldas; que procurase yo reducirle a que le hiciesen algunos remedios. Respondíle que me parecia imposible, porque cuando vió curar al otro enfermo, me significó tener grande aborrecimiento al médico por las ceremonias majicas que le vió hacer, y así tuviera por mejor darle algunas yerbas para que se le estancasen los cursos, que aun eso se le podia hacer beber. Por la mañana las traeré (dijo el mache) y enseñaré de la suerte que se las han de dar. Pues no ha menester otra cosa, respondí a sus razones, que como se le estanque el humor ordinario que echa, espero en Dios mejorará de su achaque. Pues andad, capitan, a verle y a consolarle (me dijo el cacique), porque quedó mui enojado y desabrido. Con esto fuí a donde estaba mi amigo Ignacio, que aun tenia el rostro vuelto a la pared o al tabique del rancho; llaméle por su nombre, y al instante que me conoció en la voz, volvió el rostro para mí, quejándoseme de su padre porque le habia llevado aquel mal médico, que lo tenia por demonio, que con solo haberle visto se le habian aumentado sus achaques y se hallaba mas apurado que de ántes: preguntóme si se habia ido, o adónde estaba; díjele que asentado al fuego con su padre, que por ser ya tarde y de noche se habia quedado; que por la mañana se iria. De cilde [sic], pues, a mi padre que no me lo traiga mas acá, porque yo no lo quiero ver: y esto con algun enfado, porque la enfermedad le iba apretando, de manera que lo tenia impaciente y desabrido; y en medio de sus congojas y aflicciones parece que hallaba algun alivio y consuelo en repetir las oraciones y invocar el nombre de Jesus y María, que para mí era de grande júbilo y alegría el oirle.pl Finalmente, el muchacho se iba mui a priesa consumiendo y acabando con no comer y con la evacuacion de sangre que cada dia se le aumentaba. Otro dia fué el médico mache por la mañana a buscar las yerbas, y a medio dia las trajo y dejó dispuesto el bebedizo, para que el siguiente dia al alba se le diese a beber. En todo aquel dia no le pudimos hacer que comiese bocado, sino fué un poco de caldo que bebió por fuerza. Aquella noche le velamos, porque ya no podia dormir ni sosegar, y solo cuando rezaba parece que se hallaba mas sosegado y estaba con el semblante mas alegre, y lo mas de la noche me tuvo entretenido en preguntarme de las cosas celestes, del sol, la luna y las estrellas, cómo se movian; a que le satisfacia con decir que eran obras del Señor de todo lo criado y Dios omnipotente, que con solo su querer y divina voluntad se hicieron todas las máquinas y grandezas de la redondez del mundo. En estas conversaciones y en repetir a ratos el Credo, que era lo que mas dudaba, pasamos lo mas de la noche, y en ayudar al pobre muchacho a levantarse al servicio. Al amanecer poco ántes, vino su madre con el remedio que el hechicero médico habia dejado dispuesto, y no lo queria beber de ninguna manera, hasta que yo le rogué que lo hiciese, que parece que en todo me mostraba mas amor y mas respecto que a sus padres, por serlo espiritual de su alma y amigo verdadero en