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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

tenia la mitad del alma del amado: mas yo juzgué, dice el santo, que el alma de mi amigo fuese una con la mia, que habitaba en dos cuerpos; y San Gregorio Nacianceno al mismo intento dijo lo propio, y en resolucion, el que es amigo verdadero, es uno con el que ama, o el alma de ambos es una en dos cuerpos, que el pesar o daño que padece la una, siente la otra, y mucho mas dolor suele causar el disgusto y tormento del amigo, o el que se le previene, que la propia muerte, como lo notó Marcial en el trájico subceso de Arria. Mas gran sentimiento causa verdaderamente la falta de un amigo fiel y compañero en los trabajos, y solo puede servir de recompensa al lastimado el conocimiento de su eterna vida, cuando nos ha dejado prenuncios de obtenerla, como tengo por fundado que se fué a gozar de Dios este muchacho, por lo que he referido de su fee constante y celo ardiente. Vamos ahora al fúnebre llanto de sus padres, hermanos y parientes, y a las ceremonias que a su usanza acostumbran en sus lamentosos fines. Despues del fallecimiento de Ignacio, mi amado compañero, todos los asistentes en la casa, padre, madre, hermanos y parientes, a llorar se pusieron sobre el cuerpo, como yo lo hacia lastimosamente sin haberme apartado de su cabecera; lamentáronse todos juntos con unos suspiros y unos ayes tan lastimosos, echándose sobre el cuerpo, que me obligaban a hacer lo mesmo, imitando sus acciones lamentosas: en cuya ocasion se me vino a la memoria ser esta nacion mui asemejada a los Hebreos y a aquellos de la lei antigua, que en esta forma se congregaban a celebrar sus exequias, como lo refiere el capítulo octavo de los Hechos Apostólicos, en la muerte de San Estéban; de la propia suerte lo hicieron con el varon de Dios, llevando su cuerpo al profeta anciano para que juntos le llorasen. Pasó la palabra a los ranchos comarcanos, amigos y vecinos, de la afliccion con que se hallaba el principal cacique de la regüe (que ya queda dicho, que es parcialidad), y trajo cada uno su cántaro de chicha, que en otra ocasion he significado de la suerte que es esta vasija; entraron adentro, adonde nos hallaron con las acostumbradas ceremonia rando sobre el difunto; levantóse el cacique a recebirlos, y acercándose al cadáver cuatro de los mas ancianos y nobles, fueron cada uno de por sí echándole encima una camiseta y manta nueva, y las mujeres de estos poniendo arrimadas al cuerpo frio las tinajas o cántaros de chicha que trajieron a cuestas, y como mas tiernas y cerimoniáticas [sic] las viejas dieron principio a dar tan tristes voces y alaridos rasgándose las vestiduras y pelándose los cabellos, que obligaron a que los demas las acompañáramos; con que chicos y grandes, con los gritos, sollozos y suspiros que daban, hacian tan gran ruido, que parecia mas cerimonia acostumbrada, que natural dolor por el difunto: y es así verdad, que en lo de adelante se conoció hacerse mas aquellos extremos por el fausto y honor de las exequias, que por el pesar que les causaba la muerte de los suyos. Con que se verifica lo que he notado de estos jentiles: ser sus acciones mui asemejadas a las de los siglos