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HISTORIADORES DE CHILE.

pasados, que la escriptura sagrada nos lo enseña, y muchos dichos de santos, que lo comprueban. Los antiguos acostumbraban en los mayores pesares que tenian, rasgar las vestiduras, como lo hizo David con la nueva que le dieron, de la muerte de Saul y Jonatas su amigo: el que le trajo la nueva, dice el texto sagrado que venia la cabeza llena de ceniza y rasgadas las vestiduras. A esta imitacion se arrancaban los cabellos y arañaban los vestidos. Sus entierros los tienen en los montes y cumbres altas; los antiguos Hebreos de la propia suerte acostumbraban sus sepulcros, como lo muestra el capítulo 35 del Génesis: los valerosos varones de Jabei Galaad dieron sepultura a los huesos de Saul y sus hijos en los montes de Jabes: el rei Josias hizo sacar los huesos que estaban sepultados en los montes altos; y otros muchos lugares que a cada paso se hallan en la escriptura sagrada; y el gran padre maestro Gaspar Sanchez, de la Compañía de Jesus, dice que en aquellos tiempos pasados, ántes que se hallase diferente modo de sepulcros y mas ostentosos para los reyes y príncipes, se tenian por los mas dignos y majestuosos los que se edificaban en los montes. Solo en lo que hallo grande diferencia en estos naturales, es que los otros ayunaban y mostraban el sentimiento con no comer ni beber, y nuestros jentiles lloraban lastimosos con la chicha que bebian, y parece que era tambien cerimonia fúnebre privarse algunos ancianos y viejas del juicio y echarse a dormir a los lados del difunto, como lo hicieron algunos y algunas. De esta suerte estuvimos todo el dia y la noche, cantando a ratos unos como motes tristes, entre suspiros y llantos; y de cuando en cuando iban a echarse sobre el cadáver helado y a cantar llorando sus acostumbrados versos, sin descubrirle el rostro, que con las mantas y camisetas nuevas que le habian traido, le tenia cubierto.

CAPITULO XXIX.

En que se dice la consulta que hubo para haberlo de enterrar, y adonde, y algunas particularidades que se hallaron en el cuerpo del difunto, que los admiró, y la respuesta que yo les dí sobre su duda. Rs108 Amaneció otro dia entre nublado y claro el cielo, y dispusieron llevar el cuerpo a un cerro alto, adonde habia otros entierros señalados, a la vista de la casa, que debian de ser de sus antepasados; consultólo su padre el cacique conmigo, y yo fuí de parecer que le hiciésemos la sepultura al pié de la cruz adonde habia sido baptizado, y que le tendríamos cerca de casa; respondióme que hablaria a los demas caciques por ver lo que les parecia, por no faltar a acostumbrado entre ellos. Mucho estimaré que los reduzgais (le dije) a que lo enterremos aquí cerca de casa, pues murió cristiano y como un anjelito. Pues voi a comunicarlo (dijo el cacique), y verémos lo que me dicen, y conforme sus pareceres dispondrémos el entierro. Salió afuera y llamó a los amigos y parientes mas graves, y consultó el caso, de manera que resolvieron