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HISTORIADORES DE CHILE.

por dar rienda suelta a sus deleites y apetitos y a sus malos naturales; y los que mueren enredados en sus culpas de esta suerte, son condenados a tormentos eternos y llevados a las obscuras tinieblas del infierno, y los cuerpos de estos tales no pueden estar hermosos, alegres ni tratables, padeciendo su alma tormentos y penas eternas; y al contrario, el que muere en la gracia de Dios, por permision suya participa el cuerpo de la gloria que goza el alma. Y pues os consta que vuestro hijo Ignacio se baptizó seis o siete dias há, y quedó tan limpio y puro de toda malicia, culpa o pecado, y siempre estuvo entretenido en conocer a Dios, aprehender las oraciones y rezarlas, claro está que se fué a gozar de Dios, y a participar de aquella luz beatífica con que el alma queda santificada; y como la crió el Hacedor de todas las cosas con tan poderosa naturaleza, hace que participe del vigor incorruptible la que se halla inferior a ella, segun lo dice el gran padre San Augustin. Estos efectos causa la presencia de Dios, y ¡desdichados de nosotros si nos falta su asistencia! que aun a los mas justos y santos los adormece y causa descuido. ¡Qué bien lo notó el ilustrísimo Villarroel en las veces que halló Cristo, Señor nuestro, dormidos a sus discípulos, sobre las palabras de San Mateo! Quid hoc, dice nuestro gran intérprete hablando con los apóstoles: qué es esto, discípulos amados? así estais sumerjidos en el sueño cuando vuestro Divino Maestro está para padecer penas y tormentos, y os manda que le veleis? fregad vuestras luces, estregad vuestros ojos y volved atentos a vosotros mismos. ¿De adónde proviene tanta frajilidad humana? pregunta nuestro arzobispo, y responde: apartóse a orar Jesus un poco, y faltóles su corporal presencia, y luego al punto se duermen discípulos de tan gran Maestro, y se olvidan de los dolores y tormentos que esperaba su señor y amado dueño. El obispo de Hostia lo advirtió escojidamente, hablando con el mesmo Dios Hombre en persona de los discípulos, y le dice: al instante (Señor) que us apartais de nosotros, nos rinde y avasalla el sueño, sin que seamos dueños de velar un rato, y no podemos tener despiertos los sentidos, sino es cuando vuestra divina presencia nos asiste. Catad aquí absuelta vuestra duda y la dificultad propuesta definida (respondí a los que me la pusieron), que la presencia de Dios es la que lo llena todo, lo hermosea y enriquece; y de este bien goza el alma que muere en su gracia, como al contrario se experimenta en la que se conde... na; y esta es la diferencia que hai en los cuerpos de los unos y de los otros difuntos, que participan de lo bueno o malo de que goza el alma; con que me parece que he satisfecho a vuestro argumento y dificultad propuesta. Ahora sí (dijo el cacique) que nos habeis sacado de esta duda con habernos significado la diferencia que hai del que muere como bueno al que muere como nalo; con que me habeis dado a entender que mi hijo está en el cielo, gozando de Dios, y que su cuerpo helado y frio participa de la gloria y sumo bien que goza su alma; de que la mia se halla con grande regocijo, estimando y agradeciendo la enseñanza y doctrina que tuvo de vos, por cuyo beneficio me tendréis siempre mui