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HISTORIADORES DE CHILE.

C HISTORIADORES DE CHILE. trinados (que claro está que no han de ser todos de iguales naturales), no lo hacen por aborrecimiento que tengan a nuestra santa lei, sino es por no ver españoles en sus casas, ni quien con superioridad pueda entrar en ellas a inquietarles las mujeres y las hijas, y otras maldades que con ellos han usado aun los que debian tener mayor recato y compostura que los soldados, y por las tradiciones antiguas que tenian de sus pasados, de lo que con ellos hacian los que a los principios trataron de entablarles la fee; pues solo sirvió de obstinarlos y hacerlos incrédulos, pues con las bocas enseñaban uno y con las acciones manifestaban otro. Y de esto se tratará mas distintamente en los capítulos de adelante: solo digo que estos son los tiempos que decia el apóstol San Judas, que vendrian en adelante. Vendrán (dice) unos tiempos de unos embusteros engañadores, encaminados solo a sus malos deseos y a sus impiedades; que parece que hablaba con estos pobres infieles, para que estuviesen advertidos de lo que han experimentado tantas veces. Diránme algunos (volviendo a nuestro intento), que a qué fin o por qué causa han puesto tantas veces en ejecucion sus maldades, mani. festando odio y horror a nuestros templos, imájenes y santos crucifijos, quemándolos y destrozándolos; a que responderé con la experiencia que he tenido de muchos años y comunicacion con estos naturales, así con los infieles de la tierra adentro el tiempo que estuve cautivo (en el cual tuve curiosidad de hacerme capaz de sus variedades y mudanzas), como con los yanaconas criados entre nosotros, y digo, que es tanto el aborrecimiento que tienen a nuestras acciones (porque desde sus principios fueron mal encaminadas) y horror a los tratamientos inhumanos que recibieron de nuestros primeros conquistadores, que en todo aquello que les parece que tenemos puesta la mira y se esmera nuestro cuidado, le ponen ellos en darnos disgusto; y juzgando que en los templos y en la adoracion de las imájenes ponemos nuestro afecto y voluntad, en eso juzgan ellos que toman alguna venganza de sus agravios despreciando y abatiendo lo que estimamos y con ánimos humildes reverenciamos. Esta es la causa que les ha movido a algunos a ejecutar su cólera y rabia en nuestros sagrados templos y venerables imájenes; y esto lo han hecho los mas experimentados en nuestros tratos y costumbres no bien encaminadas, que con eso han dado ocasion a hacer burla y chanza de nuestra doctrina, por ver que con cerimonias y aparencias queremos parecer cristianos, dándoles a entender con las obras lo contrario, pues hubo sacerdotes y aun doctrineros, que eran los que mas obligacion tenian de industriarlos con el ejemplo, que se le dieron no tal, segun tenian en la memoria los antiguos para reirlo y escarnecerlo. Y en este alzamiento último de las fronteras, ¿qué han hablado y qué han publicado los yanaconas domésticos, criados y nacidos entre nosotros? Esto baste por ahora de paso hasta su tiempo, que será forzoso, en llegando la ocasion, manifestar mas claramente sus acciones para prueba de nuestro intento; que aunque el alma lo sienta y