Página:Cautiverio feliz, y razón de las guerras dilatadas de Chile.pdf/244

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
230
HISTORIADORES DE CHILE.

pes 230 7 Y HERENCË HISTORIADORES DE CHILE. dad que me las significaron los antiguos indios y españoles, no será por faltar a la proposicion del libro, que lleva por blanco hablar las verdades claras y descubiertas, sino es porque convendrá al crédito y opinion de nuestras acciones: si bien, como tengo dicho en otra parte, no fuera mucho manifestarlas sin rebozo, cuando estos infieles naturales las tienen tan presentes, como divulgadas para reirse de ellas, que nosotros las trajiésemos a la memoria para nuestra confusion y enmienda. Ponderemos un rato la relacion que nos hizo el cacique en el capítulo pasado. ¿Quién no se maravilla de la inhumanidad de los vecinos y de la crueldad atroz de las mujeres? que estas inhumanamente quiten las vidas a sus criadas y las sepulten dentro de sus casas, ¿quién tal ha oido? que los encomenderos permitan que sus vasallos encomendados mueran como bestias en las campañas, por no sacarlos del ordinario trabajo y ejercicio de las minas, ¿no es suma maldad y sobrada cudicia? ¿Quién lo duda? Faltos de entendimiento y privados del juicio parecian estar estos racionales hombres, pues no cuidaban de conservar su dicha y buena suerte, ni dejar a sus hijos vínculos, rentas ni feudos, no atendiendo ni mirando por la salud y vida de sus vasallos, dejándolos morir como bestias en el campo. Esto nace de ser las encomiendas transitorias y finitas, que aquel que sabe que por su vida. solamente goza el fendo, tira la cuerda de manera que, si no quiebra, da de sí mas de lo que puede, sin quedar con fuerzas para sustentar la carga o el peso de los subcesores. En la Europa, mediante los mayorazgos se sustentan las familias y los hijos con decoro y lustre de sus personas; y de la mesma suerte, fueran estas provincias mas seguras, mas espléndidas y abundantes, si las encomiendas fuesen perpétuas, como lo dijo eruditamente el que con cristiano celo escribió del derecho de las Indias, el doctor don Juan de Zolórzano. I ouTET). Y es cierto que los feudatarios encomenderos con mas cuidado y solicitud atendieran a las conveniencias de sus vasallos y a la conservacion de su salud y vidas, que así lo sintió el mesmo doctor mas adelante. De la mesma suerte, juzgo yo que los gobernadores que vienen interinarios y de prestado, no atienden mas que a sus particulares intereses, a costa del comun y de los pobres, y en lo aparente solo hacen papeles de servidores de su Real Majestad, haciendo informes siniestros y contra la verdad, y a lo que patentemente estamos experimentando; y para prueba de esto no quiero decir mas, de que se recorra la memoria y se vea desde el alzamiento último jeneral de las fronteras del año de cincuenta y cinco, qué gobernador de los que han gobernado despues acá, no ha enviado informes a España de que ha puesto la tierra de paz y sosegádola, y lo que estamos reconociendo es que cada dia tiene peor estado y se halla con mayores riesgos. Mui aplaudida está ya la mentira, pues sin atender a los inconvenientes y daños que acarrea, sin rebozo y aun sin empacho la sacan a