feta para que los desengañe? Porque como justo y santo (digo yo) sabia hacer diferencia del profeta verdadero al falso, que el verdadero lastima con la verdad al que es enemigo de ella, y el adulador embustero con lisonja y mentira endulza los oidos de el que la ama: Acab, como rei idólatra, perverso y malo, juzga por buenos a sus profetas falsos porque le mienten y adulan, y al verdadero desprecia y aborrece porque dice la verdad y le desengaña; oye la voz del demonio, y no admite la de Dios. Esa fué la perdicion de Adan, dijo San Crisóstomo; oyó la adulacion del demonio, que le dijo seria como Dios si comiese de la vedada fruta, y no hizo caudal del precepto de su Criador. ¡Qué buen toque pudiéramos dar en Chille! mas ya estarán al cabo los entendidos, que los profetas falsos sean demonios, o por lo ménos endemoniados, pues hablan por ellos los spírirus malignos, o ellos por esos otros: no lo dudo y lo pruebo con el mesmo capítulo. Quiere castigar el divino juez al rei Acab, y que muera en la batalla que con tanto conato solicita, y para que tenga efecto su castigo, dijo, que quién se atreveria a incitar al rei Acab a que saliese a aquella jornada contra Ramoth Galaad, para que cayese en sus manos; y aunque hablaron algunos y dieron diferentes pareceres, dice el texto sagrado que salió un spíritu maligno, y se puso en la presencia de Dios y se prefirió a engañar a Acab: preguntóle que de qué suerte lo haria, y respondió el spíritu seré spíritu de mentira en la boca de sus profetas. ¡Cuántos profetas hai en estos tiempos, que sus lenguas son rejidas y gobernadas de los spíritus de mentira! que aunque son malignos, son tambien spíritus del Señor, por la licencia que les da con justa potestad de obrar: son llamados malos por el deseo con que estan siempre de ejecutar sus afectos con injusta potestad. Así lo dijo San Gregorio. Camina, dice Dios a este spíritu maligno y de mentira, que tú prevalecerás contra el rei Acab, porque el natural humano se sujeta fácilmente a dar crédito al profeta que en lo exterior parece ajustado, y en lo interior es spíritu de mentira: y estos son los peores consejeros, que con capa de virtud entablan la maldad mas fácilmente adulando y mintiendo, como lo hicieron estos profetas de Acab, que por no saber o no querer escuchar verdades, tuvo su merecido castigo muriendo desesperadamente en la batalla.
CAPITULO XIII.
En que se significan (prosiguiendo la materia del antecedente capítulo) las mejoras con que se halla Chile; de los enemigos que tiene por el real situado, en que los mas que andan con la masa, participan mas dél que los pobres soldados. Prosigamos con las mejoras y aumentos de nuestro lastimado Chille, que profetas falsos y escritores inícuos engrandecen. Que en lo porvenir no profeticen, ni acierten, vaya que es tolerable y sufrible; pero que en lo manifiesto y patente vayan contra la razon y la verdad, siendo
