Página:Cautiverio feliz, y razón de las guerras dilatadas de Chile.pdf/248

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
234
HISTORIADORES DE CHILE.

descubierta y clara, esto es lo que causa admiracion y espanto: porque son nuestros profetas en estos gobiernos, o algunos de ellos, mucho peores que los del rei Acab. Insinúa la escriptura sagrada tres jéneros de profetas, los unos ajustados en el decir y obrar, a quienes llamaban profetas de Dios, como a Samuel y otros, que el mesmo Señor les da este renombre. Otros profetas hai que, aunque son malos en sí, publican la verdad y no la defraudan, como Balaam, que deseó hacer lo que el rei Balac le pedia, y no se pudo excusar de hacer lo que Dios le mandó. El tercero jénero de profetas es de los que no tan solamente son en sus costumbres y en sus obras perversos, sino tambien en la enseñanza y doctrina, de quienes dijo Dios, por el profeta Jeremías, que sin enviarlos se adelantaban, y que profetizaban sin que sus palabras fuesen rejidas ni encaminadas por las suyas; y así llamaban a éstos profetas del pueblo, y no de Dios, no tan solamente porque no sacaban a luz los divinos secretos, sino porque tambien no guardaban ni cumplian la voluntad de Dios, ni sus mandatos los ejecutaban. No sé si en este reino de Chille ha habido algunos de este último jénero de profetas, que mandándoles Dios N. S. predicar las verdades y que desengañen a los superiores, los adulan y lisonjean, como lo hicieron los del rei Acab. A que pudiéramos responder, que aun peores se han reconocido los que por ser aplaudidos de los príncipes y gozar de los mundanos faustos de palacio, dejan la quietud y el sosiego de sus celdas: porque si los otros mintieron al rei Acab para que fuese castigado y pereciese en sus propios apetitos y deseos, en alguna manera pudiéramos decir que fueron bien encaminados; mas estos otros con lisonjas vanas y relaciones fabulosas que han escrito y divulgado, son mas perjudiciales y dañosos, porque adulan y mienten en perjuicio conocido del prójimo y del comun de un postrado reino. Y si la mentira solo encaminada al descrédito del prójimo y a su menoscabo, es pecado mortal, como lo resuelve el anjélico doctor, cuánto mayor delito y mortal pecado será el mentir, oponiéndose a la verdad, en cosas que perjudican y dañan a tantos prójimos, como los que padecen trabajos y desdichas en este nuestro Chile; pues obligan y han obligado sus falsos informes y relaciones supuestas (por complacer y adular a los que gobiernan), a que no sea asistido ni socorrido como necesitado, juzgando los que pueden darle la mano, que no necesita de ayudas de costas, ni de tan asistentes socorros, porque segun la opinion de estos profetas, y sus escritos opuestos a la verdad, se hallan nuestras fronteras sosegadas, y en tranquila paz sus habitadores. Con que los situados y ordinarios socorros han llegado tan cortos y limitados, que en las mas ocasiones no se puede vestir enteramente el soldado pobre, a causa de que los socorros que traen, lo mas viene de ordinario en guarismo (como dicen): tantos mil pesos en procuradores, otros tantos de ayuda de costa a los que van a traerle, ocho o diez mil pesos que suelen venir consumidos en las levas que hacen en el