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HISTORIADORES DE CHILE.

acomodó al artículo del tiempo, que oyendo algunas palabras contra él ignominiosas, hizo que no las oia. Así lo hice yo considerando la razon que tenian de quejarse, porque estar trabajando en la campaña, marchando a pié con las armas en las manos, y llegar al cuartel medio desnudos por la falta de los socorros, tan limitados como venian, y despues de esto no tener que comer mas que la harina que he referido, no habia que maravillarnos de que les faltase el sufrimiento a soldados tan fieles y leales como los de Chille. Y habiendo dado cuenta, como tengo dicho, al gobernador que en aquellos tiempos gobernaba, en lugar de ser agradecido mi cuidado y estimada mi advertencia, fué causa de que no se mirasen mis acciones con buenos ojos, y corriese plaza de no atento ministro en la opinion de aduladores sátrapas, que son los que por acomodarse en los oficios, procuran descomponer a los que los sirven con cristiandad y piadoso celo; porque el ministro jeneral que no se va con la corriente y al paladar del que gobierna, jamas serán aceptas sus razones, ni sus pareceres admitidos: solo se tiene por jeneral prudente y de importancia al que sabe ajustarse al tiempo y vivir al uso mal usado, que es desnudar a los pobres soldados con ilícitos tratos, para vestir al superior y ofrecerle víctimas de lo han que robado. Hablo de algunos, porque ha habido muchos ministros jenerales en la guerra mui limpios y mui justificados: de lo que hoi se trata y es corriente stilo en los mas, es lo que digo, y los que llegan a usarle y permitirle, no será mucho que los llamemos felices ladrones, porque roban sin recelos ni temores del castigo, como le dijo un pirata al de Macedonia. Fué severamente acusado este cosario [sic] ante el emperador Alejandro Macedonio, y habiéndolo llevado a su presencia, le preguntó el emperador que por qué infestaba las costas del mar robando lo que encontraba; a cuyas razones respondió atrevidamente (como lo refiere Ciceron y el gran doctor de la Iglesia San Agustin) diciendo: y tú ¿por qué infestas todo el orbe? porque yo con grandes afanes y trabajos corro la costa con mi navichuelo, soi llamado ladron, y tú con tantas armadas haces lo propio y eres llamado emperador. Por lo cual dijo el gran doctor Francisco de Mendoza, que eran peores sin duda los príncipes avaros y cudiciosos, que en el mar los piratas mas astutos; y da la razon para esto, porque dice, que si estos son llevados del apetito que tienen de la hacienda, tambien tienen por contrapeso el recelo y peligro con que andan en las costas, a causa de que si son apresados, corren sus vidas grande riesgo; con que se van a la mano y oprimen el orgullo de su natural maligno. De aquí tuvo ocasion Lucano de poner en el sepulcro de Masedio [sic] el siguiente epitafio: Illie Pelei proles vesana Philipi, felix prædo yacet terrarum. Aquí yace el Macedonio, Que por ser tan buen ladron De feliz tuvo opinion.