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HISTORIADORES DE CHILE.

lugar el velo vergonzoso que me acompañaba, y el encojimiento que tenia, a venir en lo que en aquella ocasion me habian pedido sus amigos y comarcanos, demas de no habérmelo ordenado él como dueño de mi voluntad; quedó con esto mui pagado el viejo y me dijo, que me tuviese por convidado para la primera ocasion, que dentro de pocos dias nos habíamos de juntar en casa de cierto cacique que asistia cerca de una legua de nuestros ranchos, a hacerle sus chacras, y que por la noche se festejaba el trabajo del dia con grandes bailes, banquetes y entretenimientos, y que este cacique era mui regocijado y ostentativo; que allí habíamos de holgarnos todos. De mui buena gana (respondí a mi huésped), que por daros gusto seré yo el primero que coja el tamboril en las manos y solicite a los demas para el efecto y os puedo asegurar una cosa, que todo el tiempo que asistí en las fronteras, no pudieron hacer conmigo que bailase en ningun festejo, porque aunque me hacian los caciques muchos favores y agasajos, parece que con los disgustos que tenia, y los sobresaltos que de ordinario me asistian con andar emboscado ya en los montes, ya en las casas ajenas, no me daban lugar a consolarme: hoi me hallo entre vosotros apartado de los que me solicitaban la muerte, y del peligro ordinario que me servia de tormento, que le tengo vuelto en gusto, habiendo experimentado vuestro agrado, vuestra cortesía y noble trato; con que estaré siempre dispuesto a obedeceros en eso y en todo lo demas que me mandareis y fuere de vuestro placer. Y acabando de decir estas razones, le brindé a la mitad de lo que tenia el jarro, que es bríndis de amistad entre ellos beber en una mesma vasija, la una parte el uno y la otra el otro. Volvió a preguntar el viejo, que si habíamos bailado toda la noche, o en qué la habíamos entretenido; repetíle el espléndido banquete que nos habia hecho su primo, y el regocijo que con mi llegada habian tenido todos aquellos comarcanos, principalmente el anciano Aremcheu, por no haber estado en la borrachera pasada, adonde los demas me habian visto; signifiquéle tambien de la suerte que las ilchas (que son las mozas) y los hijos del cacique me fueron a convidar para el baile, estando en conversacion con el Aremcheu y los demas caciques viejos, los cuales se levantaron, y cojiéndome de la mano, me llevaron al desempeño en que las mozas me habian puesto, siendo los primeros que bailaron los buenos viejos para obligarme a hacer lo propio, con que no pude excusarme de hacer lo que ellos hacian, y aun de cojer de la mano a una de las que fueron a brindarme, porque ella llegó con resolucion a bailar conmigo.domoth Grande misericordia es de Dios el tener de su mano y conservar en su gracia a quien con semejante compañía está metido, y entre un vicioso concurso provocado. Notólo con excelencia el Crisólogo, sobre el lugar de San Marcos, que dijo que para dar Cristo N. S. salud y vista a un ciego, le sacó fuera de la ciudad; y preguntó que por qué para curar a este doliente y darle salud lo sacó fuera de la ciudad. Sabeis por qué? responde a su duda, porque esta ciudad es la de Besaida, que maldijo Cristo por sus habitadores, y para darnos a entender que es imposible que consi#d