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NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN.

antecedente dia habia sucedido; con el cual se determinó el sarjento mayor y cabo del dicho tercio a salir al encuentro al enemigo, y a esperarle en el paso por adonde era forzoso retirarse, habiendo cojido ántes el rastro de su entrada. Hicímoslo así; y aunque llegamos a mui buen tiempo a ponernos en parada, la disposicion que hubo en echar la emboscada, no fué conforme a lo que los capitanes sentimos, pues se nos escaparon tres corredores del enemigo que se venian entrando por nuestro emboscadero; que a tan buena ocasion como esta habíamos llegado, pocas horas ántes, a un valle cercado por una parte de la montaña áspera y escabrosa de la nevada sierra, y por la otra, de unas grandes barrancas de un rio que llaman Puchangue, adonde se arrojaron los tres corredores del enemigo sin los caballos, porque de otra suerte era imposible librarse: finalmente, nos quedamos solo con la vista de ellos, que a mas no poder nos dejaron en las manos sus brutos animales ensillados por escapar las vidas. Y el haberse librado y salido sin castigo esta cuadrilla enemiga, fué por nuestra mala disposicion (pues se pudo haber cercado todo el valle dividiendo nuestra jente y poniéndola en diversos trozos, sin que impidiese el recelo de hallarnos esparcidos, cuando pudiéramos a una voz fácilmente congregarnos.) Resultó de este succeso, con el que tuvieron tan impensado, volverse tan gloriosos y esforzados, que determinaron a pocos dias repetir el viaje con una gruesa junta a batallar con nuestro tercio de San Felipe de Austria, como en hecho de verdad lo pusieron en ejecucion.

CAPITULO IV.

En que se prosigue la materia.

Subcesivamente, a los quince de mayo del citado año, se nos vinieron a las manos y a las puertas mas de ochocientos enemigos, despues de haber saqueado y destruido muchas estancias y chacras comarcanas a nuestro tercio; que cuando llego a querer repetir tan lastimoso trago, no puedo dejar de decir lo que el natural poeta, haciendo memoria de la afliccion y pena que le causó el ausentarse de su casa y de los suyos:

Cum repeto noctem qua tot mihi cara reliqui,
Labitur ex oculis tunc quoque gutta meis.

Cuando la noche repito
De mi pena y sentimiento,
Suspiros rompen el viento
Con lágrimas que remito.

Que las cristalinas aguas de los ojos no podian en ellos detenerse; que aunque en otra parte nos significa, que es deleitable y dulce cosa hacer memoria de los pasados subcesos: dulce est meminisse labores,