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HISTORIADORES DE CHILE.

nidos por benignos pastores, y no por lobos sangrientos y carniceros: discreparon de ella buscando portillos extraviados, y juzgáronlos ladrones; con que se alborotó el rebaño. Dijolo Dios por San Juan en estas palabras: conocidamente es ladron el que se desvía del camino verdadero y huye de entrar a su rebaño por la puerta cierta, que es Dios, como mas adelante nos lo enseña: yo soi la puerta del rebaño. Los que quisieren ser conocidos de sus ovejas, esto es, de sus inferiores, súbditos y vasallos, los que desean ser amados y admitidos por verdaderos pastores, por príncipes y superiores cristianos, entren por esta puerta; pero si solo procuran ilícitas entradas y extraordinarios portillos para alborotar su rebaño, para enflaquecer sus ovejas y para chupar la sangre a sus vasallos, súbditos y inferiores, con cojer todos los puertos [sic] de granjerías, de tratos y contratos, de usuras, cohechos y simonías, serán odiados y aborrecidos, y no los tendrán por benignos pastores, ni los conocerán por superiores cristianos, sino por usureros ladrones y voraces lobos: con que los unos tirarán por un camino, y los otros por otro, y sus voces no serán oidas ni sus mandatos obedecidos, porque entraron como salteadores, por diferentes entradas, a hurtar, a sacrificar matando y a perderlos, como lo dijo el mesmo capítulo. Por esta causa no cuidaban los antiguos encomenderos de sus pobres vasallos, dejándolos perecer miserablemente en el trabajo ordinario de sus minas, sin razon, sin justicia ni cristiandad, pues aun los dias festivos no daban lugar a que fuesen doctrinados ni oyesen misa, y consiguientemente que no tuviesen descanso ni sosiego alguno en ellos, atropellando el precepto divino; cuando pudiéramos avergonzarnos en los ejemplares antiguos de jentiles, que en sus dias sagrados aun hacer humo en sus casas prohibian, porque todo el dia se ocupasen en la adoracion de sus dioses y en el comun descanso de las jentes. Díjolo Tibulo desta suerte: The raid 01 20 Luce sacra requiescat humus, requiescat arator, Et, grave suspenso vomere, cesset opus; Solvite vincla jugis; nunc ad præsepia debent Plena coronato stare boves capite. Omnia sint operata deo: non audeat ulla Lanificam pensis impossuise manum. En el sagrado dia el humo pare; Descanse el labrador, cuelgue el arado, Desate el lazo al yugo; el buei no are, Asista en el pesebre bien colmado; Encamínese a Dios lo que se obrare: Ninguno ejerza oficio tareado, Ni se atreva a poner la mano en cosa Que parezca (aunque leve) trabajosa. Esto es en suma lo que los jentiles nos enseñan, dándonos ejemplo y doctrina suficiente con la observancia de sus preceptos, y la veneracion a sus festivos y sagrados dias. Solo el quebrantamiento de este precepto era suficiente para que tuviesen sobre sí aquellas ciudades antiguas