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HISTORIADORES DE CHILE.

del jornal del dia, para alivio de sus trabajos no hallaba quien en su casa le tuviese un bocado que comer, ni quien en ella le pudiese encender un tizon de fuego, por estar, como digo, sus mujeres ocupadas en hilar, tejer mantas y otras faenas, en que sus señoras las tenian ocupadas para sus tratos y contratos y sus mayores granjerías, y para sus festejos, banquetes y entretenimientos ordinarios: que no me atrevo a decirlos de la suerte que aquellos antiguos viejos me los pintaron, poniendo todo su cuidado y felicidad en deleites vanos y sensuales apetitos. Bien excusado desvelo, cuando les faltaba el principal, que era la atencion en el recato y buena enseñanza de sus casas, pues me certificaron los caciques y despues muchos de los españoles antiguos las fiestas, deleites y gustosos pasatiempos con que eran continuadas las unas y las otras casas. No sé si me adelante a decir que fuesen con extremo dañosas y perjudiciales, mas por lo ménos escandalosas sí, por lo mucho que se daba que notar con el mal ejemplo; que fiestas, pasatiempos y visitas ordinarias en casas de mujeres (aunque fuesen ajustadas), no podia dejar de haber que pensar y que decir. mell Notó San Ambrosio agudamente, a este propósito, el recojimiento, la compostura y soledad de la Vírjen Santísima, enseñando a las mujeres el recato y recojimiento que deben tener en la comunicacion y trato con los hombres, y cuan estimado y loable debe ser en ellas el apartamiento y retiro de semejantes lances. Aprendan las mujeres (dice este santo) a tener vergüenza, tomen ejemplo de esta gran Señora, a quien ningun varon humano pudo divisarla en sus escondidos ni impenetrables retretes: solo un ánjel, celestial spíritu, tuvo licencia para en su clausura y soledad hallarla [sic] por nuncio feliz de nuestra redempcion humana y a solas sin testigo ni compañía, que aun quiso el su.. premo y todo poderoso monarca que hubiese tanto recato en esta visita, que no la permitió a un profeta, ni la encomendó a un patriarca, que aunque tan grandes santos, por lo que tenian de hombres, no quiso agraviasen su limpieza; a cuya causa envió un ánjel, spíritu puro y limpio, y aun este sola una vez la visita y en esta sola da su embajada. Pregunta en este lugar un autor grave y moderno, que por qué causa no partió el ánjel las palabras de su embajada, pues pudo a la primera vista decirla: el recado con que os vengo a saludar, y el mensaje de que soi nuncio, es que habeis de concebir y parir un hijo; y despues de haber parido, pudiera volver a decirla: el nombre que habeis de poner a vuestro hijo, ha de ser Jesus; y parece que se adelantó a decirla el nombre del que no estaba aun nacido. Agudamente responde este doctor a su dificultad y duda y dice, que quiso Dios N. S. darnos a entender en este continuado mensaje y en esta breve embajada, que en casa de una doncella, aun un ánjel de su celestial corte excuse hacer dos visitas. Luego sin escrúpulo alguno ni jénero de duda se podrá colejir que tan continuadas visitas, con pasatiempos acompañadas, no podian traer consigo otra cosa, que malos pensamientos y peores obras.