de la mujer la traian para su sustento y regalo; porque cuando estan desganados, los enfermos se sustentan con estas bebidas algo espesas. Acabamos de comer, y dentro de breve rato dijo la enferma que queria dormir y reposar un rato, por haber la noche antecedente pasádola trabajosamente; con que nos despedimos los unos de los otros, y nos recojimos a nuestros ranchos. in tolppo Ser Finalmente, continuando aquel medicamento por las mañanas y de noche, en quince dias quedó buena y sana la que habia mas de un año que padecia de aquel penoso achaque, segun me significaron Pedro su marido y los demas sus parientes; con que quedé opinado en toda aquella tierra y parcialidad de insigne mache, que así llaman a los médicos y curanderos: y como yo estaba enterado que habia sido obra sobrenatural y divina, fuí a dar infinitas gracias a nuestro Dios y Señor al lugar adonde por las mañanas me recojia a tener algun consuelo con representarle mis trabajos, mis cuidados y aflicciones, y a agradecerle rendido sus grandes misericordias, mostrándome obligado a tamaños beneficios, con las palabras del santo Profeta Rei: De todo corazon (Señor) te confesaré, y publicaré tus grandezas, porque te dignaste de oir mis ruegos y atender a mis súplicas; en cuyo lugar dice San Crisóstomo, engrandeciendo el agradecimiento de David: no como algunos, que antes de recebir el bien, o lo que apetecen y desean, se muestran mui dilijentes y solícitos, y despues de haber conseguido su pretension desmay a y enflaquecen el espíritu con que consiguieron lo adquirido; y así nos enseña el Profeta Rei a dar gracias al Señor y confesarle por absoluto dueño ántes y despues de los beneficios recibidos, y nos lo advierte el Maestro soberano. aband Cuéntanos el glorioso coronista San Matheo, que habiendo Cristo S. N. curado al paralítico, le dijo que cojiese su lecho y se fuese a su casa. Pues, ¿para qué le manda se recoja a ella? San Gregorio nos dice, que a su casa manda Cristo se retire el beneficiado, para que pese y medite la accion y el milagro en lo interior de su spíritu, sin embarazos de divertimientos, y sepa corresponder a Dios lo que debe, para ser fino agradecido. Así me retiré a lo oculto y escondido de mi bosque a solicitar con el alma acciones fervorosas de fiel correspondiente; con que daré fin a este capítulo con unas palabras del doctor melifluo, San Bernardo, que son las siguientes: cuando nos mostramos agradecidos a Dios N. S., abrimos la puerta y damos lugar a recebir de su jenerosa mano mayores misericordias y mas colmados beneficios, como los experimenté en diversas acciones, mostrándome rendido y humillado a los piés de este Supremo Señor de la vida y comunicador magnánimo de bienes. BIBLIOTECA NACIONAL Tropenm BIBLIOTECA AMERICANA DIEGO BARROS ARANA"
