Pues si los jentiles bárbaros, sin el conocimiento del verdadero Dios, tenian por infalible el ser de sus dioses pintados y finjidos bien patrocinados y defendidos, ¿por qué no habia yo de asegurarme de quien es solo Dios y Señor de lo criado, para tener el auxilio y favor que comunica siempre a los que se postran a sus piés humildes? Y como dijo Oleastro, ¿qué nacion hai tan grande ni tan dichosa, que tenga a su Dios tan de su parte y contínuo, y tan presente a todos sus ruegos y súplicas, como la nuestra, que no falta jamas a quien con el spíritu y el alma le solicita? Con esta confianza me finjí en lo exterior a lo galante con palabras corteses y agradables, deseoso de dar gusto al cacique Quilalebo, y a ellas de la mesma suerte servirlas estimarlas, y en lo interior del pecho mi spíritu luchaba con los tres enemigos mas poderosos del alma; que por la misericordia de Dios triunfó de ellos mi constancia y fee viva, pues que con sagaz stilo y prudentes razones pude aquella noche eximirme del empeño y aprieto en que me habia puesto el padre de la moza. y BRACH Grande felicidad es la de un cauptivo cuando preso y esclavo, se arrastra del comun concurso los aplausos y en los mayores enemigos halla vinculada su defensa y no solicitada dicha. Entónces ponia yo mayor freno a mis acciones, y con doblado recato me portaba, porque el prudente jeneral y sagaz guerrero, despues de la victoria conseguida, debe estar receloso y con mayor cuidado prevenido. Venció el patriarca Abraham a cuatro reyes asirios, quitándoles en batalla la presa y los despojos que poco ántes gloriosos y triunfantes habian adquirido; y en vez de estar glorioso, placentero y alegre con la suerte y victoria conseguida, se aflije y desconsuela de tal suerte, que es necesario que le consuele Dios y le diga, que no tema a sus enemigos, ni se recele de infortunios, porque él está en su oyuda y a su lado. Pues qué es lo que temia Abraham? no habia visto vencidos a sus enemigos, triunfantes a sus soldados y gloriosos? Es así verdad. Pues ¿qué es lo que temia y de que se recelaba el santo patriarca? Varios son los discursos de los doctores, pero el que hace a mi intento, es el de el grande escriptor de las divinas letras Lira, traido por el ilustre maestro Francisco de Mendoza, que dice, que temió la felicidad que tenia presente; y el citado interprete amplia mas estas razones y dice, que el temor fué por haber visto poco ántes aquellos cuatro reyes victoriosos, y en breve tiempo trocada su fortuna feliz en desdichada, y temió como cuerdo y ajustado, en que podia por él acontecer lo propio. ¡Oh qué buen jeneral! oh qué buen gobernador! que despues de la felicidad y despues de la victoria está con mayor recelo y vijilancia, cuidadoso y prevenido. ¡Cuán al contrario y al reves acontece en este reino de Chille desdichado, con los que gobiernan presumidos y con aquellos que juzgan que todo se lo saben y todo lo discurren y lo alcanzan, pareciéndoles que por una moderada suerte que les ha dado Dios, tienen el reino sujeto y de paz! Y cuando ménos piensan, como ha subcedido, se hallan con mayores desgracias y peores infortunios. CON MAY sagor orbon of comit