sibabes obratus NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN. ou nos o so 293 Luego, bien temia el patriarca Abraham, que despues de la victoria adquirida se recelaba prudente y velaba cuidadoso, poniendo sus pensamientos y sus acciones en las manos del Dios de los ejércitos; que temiendo su justicia, se aseguran los buenos aciertos y se conservan los adquiridos, como se verificará en el sucesivo ejemplo. En otra ocasion salieron victoriosos los israelitas en los cristalinos y encrespados montes del mar Bermejo, habiendo reconocido la multitud de aquellos cuerpos muertos de los ejipcios, sus contrarios y perseguidores enemigos, en aquellas riberas areniscas derramados. En medio de esta gloria y alegría, dice el sagrado texto que temió el pueblo a su Dios y Señor. Pues ¿de ver a sus enemigos castigados y muertos se atemoriza el pueblo? sí, dice Oleastro, que de ese recelo y de ese temor se han de orijinar sus mayores aciertos y continuarse sus victorias; y al contrario, pueden experimentar sus rigores como estos otros, si no saben conservarse en la amistad y en la gracia del Dios Todopoderoso. in pol not collo sup
CAPITULO XXXIII.
diront En que se significa que la mayor dicha y privan za está sujeta a desvanecerse mas presto, si con prudencia y sagacidad no se sabe usar de ella. horiefor Joget rite Mui presentes tenia en mi memoria estos ejemplares, para estar con recelos y temores de verme tan dichoso y aplaudido, por ser cierto tambien lo que Claudiano dijo, que la fortuna pone a los privados en lo mas alto de la dichosa cumbre para derribarlos con mas fuerza, y la caida ser mayor y mas sensible. mgan Aconsejaba Séneca a un privado amigo suyo, que no fiase en la mayor dicha deste mundo, porque en un momento se alborotaba el mar tempestuoso de esta vida, y tras de una bonanza asegurada, venia la borrasca rigurosa. Y el ilustrísimo obispo de Zamora significó ser grande atrevimiento el querer amigarse estrechamente con los reyes, porques era ponerse de piés sobre la fortuna.
"p Ignorante es el privado que no tiene presente la caida, para rejirse y gobernarse con sagacidad y prudencia, porque es mui dudoso conservar la modestia y compostura en medio del contento y alegría que con el amor del príncipe se adquiere: advirtiólo así Casiodoro. Grande es el ánimo y descoco del privado mas levantado que, experimentado en otros, no se ajusta a serlo con recato y con cristiano celo, atendiendo a premiar a los que lo merecen sirviendo al Rei N. S. en sus ejércitos y derramando su sangre en su defensa, ántes que a los que tienen dineros y caudal considerable con que comprar los méritos: y así se hallan las repúblicas mal servidas, con los reinos destruidos y aniquilados, los ejércitos de S. M. abatidos, sin soldados de valor ni de experiencia, porque aun en la milicia se ha puesto arancel y precio señalado para los oficios mayores y menores, y solo medran los que tieMED
