nen favor o con que feriarlos, como lo estamos experimentando cada dia en estos reinos. Y es forzoso que nos cause gran sospecha aquel que compra el oficio caro, que no habemos de presumir que lo hace por la utilidad pública, ni celo de la justicia, cuando ha puesto su dinero a daño. Dijolo elegantemente Aragon, y Aristóteles en sus Políticas hizo reparo y notó, que miéntras el imperio romano no vendió los oficios y los dió en premio de servicios y méritos, se conservó con felicidad su monarquía, y al punto que por dineros se cambiaron, experimentó su ruina y sus menoscabos; y así dijo el filósofo, que miéntras se solicitaren a los que son idóneos, virtuosos y de sobrados méritos, para los oficios y los premios, los monarcas y reyes, príncipes y absolutos señores serán mas bien servidos y amados de sus leales vasallos, y las repúblicas mas aliviadas de trabajos y de molestias. Esto toca directamente a los que son privados de los reyes y monarcas, que deben atender a la conservacion y aumento de los reinos y repúblicas que penden de su administracion y cuidado, como miembros principales de la cabeza universal de sus monarquías; porque el daño que padeciere, o la dolencia que le apretare, es forzoso que los miembros principales participen del achaque y se sientan vivamente; y para que se conserven y vivan sin lesion alguna, es necesario que ellos fomenten y reparen la cabeza. Así lo sintió Andrada: Potes em veto ay mabiorto Quam bene, dum caput est salvum, salva omnia membra! Ergo, ut vitatis, membra, fovete caput. ASELF Ice chil Si está la cabeza lesa s Los miembros lo han de sentir. Miembros, si quereis vivir, Fomentad vuestra cabeza. Estos serán buenos privados, ministros confidentes y leales vasallos, que atendiendo a la salud y vida de sus príncipes y naturales señores, saben alimentar y conservar las de sus provincias, repúblicas y reinos: y esto tendrá cumplido efecto premiando la virtud, los méritos y personales servicios de soldados pobres, que por no tener que comer, estan arrinconados y abatidos, sin que haya ministro del Rei nuestro señor que en estos remotos reinos se acuerde ni aun de mirarlos a la cara. Y esta es una de las principales causas para que, a mas andar, no permanezcan los reinos, y miserablemente perezeamos todos. sean letos Temeroso me hallaba y cuidadoso (como he dicho) de verme tan querido y estimado de todos aquellos caciques y principales señores, que a porfía solicitaban regalarme con estimacion y aplauso; mas poniendo la mira y el spíritu en Dios, no tuerce la fortuna este camino, porque, como dijo Séneca, no tiene en las buenas costumbres jurisdiccion ni imperio; y en otra parte repitió, que solo en los bienes temporales podia tenerle, mas no en los ánimos; y segun Sócrates, no pueden ser derribados ni expelidos del templo de la prosperidad y buena dicha, los que Roman by -eil opp sol mabomolee y avonemy cotoy coiotto aul asaq obulan
