NUÑEZ DE PINEDA Y BASCUÑAN. Te tuus iste rigor, positique sine arte capili Et levis egregio pulvis in ore decet. edingin to ok namo En tu desden y rigor Y en tu cabello sin arte Está cifrado el dios Marte, A quien se rinde el amor; Porque parece mejor El varon y el que es soldado Tal vez el rostro empolvado Y sin aliño el cabello, Que así parece mas bello Que un melindroso afeitado. edhe aleg gall obmor nie Dando a entender que el polvo y el desaliño en el varon que se precia de serlo, asienta mejor que el afeite ni el aliño cuidadoso. No vitupero yo a los hombres cuerdos que con discreto medio dejan el cabello suficiente para que acompañe al rostro y no le afee, que, como dijo Ovidio en otra parte, es cosa fea y torpe ver la cabeza sin pelo, el ganado sin su lana, el campo sin yerba, y el albor [sic] sin hoja: DUE SE DATOR 1503 in sup estvgil and on roimeta de coqotalt contenu no est Turpe pecus mutilum, turpis sine gramine campus, Et sine fronde frutex, et sine crine caput. bli nosadilif to Anten is more ship hrer Torpe cosa y fea es ver Sin su ropaje al ganado, Sin su verde grama al prado, Como suele acontecer, Sech Al árbol sin florecer Y de sus hojas desnudo, Sin cabello a un cabezudo Que en orejas solo crece, Que mas torpe y mal parece Que un calvo y un melenudo. 299 BROI ob primu indi 200200 no schernet aug SONOM BIL BOD BOSLOV ergoly del Los extremos son los perjudiciales, y mucho mas en aquellos que pueden evitarlos y cojer un discreto medio cercenando lo supérfluo y vituperable; y como tengo advertido, son mas de notar estos excesos en los que tienen entre manos los militares ejercicios: que bastaba para avergonzar nuestra nacion española, el ver y considerar lo que estos bárbaros jentiles observan en la milicia, que siendo tan amartelados de sus cabellos y coletas que acostumbran los que estan criados entre nosotros, que permitieran ántes ser maltratados con castigos públicos y aprisionados con cormas y otras prisiones, que permitir les llegue la tijera a derribar el mas mínimo cabello de su coleta, nos enseñan discretos y valientes industrian al soldado, pues llegando la ocasion de serlo y a empuñar la lanza y a vibrarla, ellos propios se quitan el cabello y hacen chanza y escarnio de los enmelenados. Y aun han advertido muchos con discurso prudente, que despues que entran en nuestros ejércitos soldados desbarbados y sobrados de cabellos, se les han levantado los spíritus y multiplicado los alientos para embestir con ellos con ánimos
